La UE fija una ambiciosa meta a largo plazo: reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 90% para 2040
La Unión Europea está dando un importante paso adelante en su política climática al anunciar un objetivo a largo plazo sumamente ambicioso: reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 90% en comparación con los niveles de 1990 para el año 2040. Esta iniciativa fue propuesta oficialmente por la Comisión Europea el 2 de julio, con la finalidad de no solo disminuir el impacto ambiental, sino también fortalecer la independencia económica y energética del bloque. El Comisario de Clima, Vopke Hoekstra, subrayó que esta meta no solo es aspiracional, sino que resulta imprescindible para proteger a los ciudadanos ante los efectos devastadores del calentamiento global y las condiciones climáticas extremas. "Hoy hemos dado un paso fundamental," afirmó. "Reducir las emisiones en un 90% para 2040 no solo protege nuestro planeta, sino que también garantiza un futuro más estable y seguro para nuestras comunidades y economías. Además, esta estrategia nos ayuda a ser menos dependientes de recursos externos y a potenciar nuestra competitividad. Por otro lado, evita pérdidas económicas catastróficas, como la caída del 11% del PIB de Eslovenia tras una inundación severa, ejemplo claro del impacto del cambio climático en toda Europa. Tras aprobar esta propuesta, la Comisión Europea la remitirá al Parlamento Europeo y al Consejo de la UE para su discusión y aprobación mediante el proceso legislativo habitual. Esto representa un paso adicional hacia los objetivos establecidos en la Ley del Clima de la UE, que busca convertir a Europa en el primer continente climáticamente neutro para 2050, y establece un primer objetivo intermedio: reducir al menos un 55% las emisiones netas de gases de efecto invernadero para 2030. El nuevo objetivo para 2040 es una extensión lógica y necesaria en la estrategia europea de acción climática. Los recientes eventos, como la suspensión de actividades en sitios emblemáticos como la cima de la Torre Eiffel y el Atomium de Bruselas, debido a olas de calor inusuales, resaltan la urgencia de implementar medidas climáticas más estrictas y firmes. La decisión de la UE refleja su compromiso de proteger tanto al medio ambiente como la estabilidad social y económica frente a las crecientes amenazas del cambio climático.