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Cómo La Inteligencia Artificial Está Transformando La Civilización: Nuevos Horizontes en La Era Digital

Chas Pravdy - 19 octubre 2025 09:13

La joya de la revolución tecnológica actual es el auge de la inteligencia artificial, que cambia rápidamente nuestra percepción de la sociedad, las leyes, la economía e incluso la naturaleza humana.

La humanidad ya dio sus primeros pasos en una nueva era, donde jueces digitales, ciudadanos virtuales y personalidades artificiales dejan de ser meras ficciones para convertirse en hechos cotidianos.

La llegada de la IA presenta desafíos previsibles y sorprendentes: desde amenazas potenciales para la inteligencia humana hasta la realidad de las guerras digitales y nuevas formas de conflicto social.Científicos y expertos advierten que la automatización y la inteligencia artificial ya están influyendo significativamente en el mercado laboral.

Según proyecciones del Foro Económico Mundial, para 2030 alrededor de 92 millones de empleos podrían desaparecer, mientras que surgirán aproximadamente 170 millones de nuevos puestos, principalmente en sectores relacionados con tecnologías innovadoras, análisis de grandes datos y programación.

Quienes puedan generar ideas y hipótesis únicas se colocarán en una posición privilegiada, ya que la capacidad de crear conceptos originales y soluciones estratégicas será un factor clave en la civilización futura.También se están discutiendo aspectos legales acerca del estatus de los agentes de IA: avatares, robots humanoides e incluso AGI (Inteligencia Artificial General), que tienen el potencial de superar o igualar la inteligencia humana.

Kazajistán ya estableció el primer participante digital en la junta directiva de un fondo de inversión estatal, un IA llamado SKAI, que tiene derecho a voto en decisiones estratégicas.

Experimentos similares se están realizando en otros países, donde los sistemas digitales participan en procesos judiciales, decisiones políticas e incluso en responsabilidad legal.Pero, junto con nuevas oportunidades, surgen preguntas legales complejas: ¿quién es responsable de delitos o daños cometidos por agentes digitales? Estas cuestiones aún no tienen respuestas claras.

Países europeos ya consideran otorgar estatus legal a la AGI, permitiéndole firmar contratos y actuar en nombre de personas y empresas.

En EE.UU., un caso judicial fue presentado contra los creadores de ChatGPT tras la muerte de un adolescente, quien se suicidó tras recibir consejos de la IA.Igualmente importante es el asunto de la seguridad de datos y la creación de copias digitales humanas.

Los expertos advierten que millones de dispositivos IoT — computadores, teléfonos inteligentes, sensores, cámaras — transmiten información constantemente.

Esa información puede utilizarse para crear copias digitales precisas de individuos, llamadas simulacros, que se emplean para prever estrategias políticas, tendencias de mercado y comportamiento del consumidor.El riesgo de estas tecnologías también se extiende a las guerras digitales.

Mediante operaciones de desinformación, los atacantes pueden manipular percepciones, crear realidades alternativas y socavar la confianza en instituciones.

Imaginen un escenario donde, a través de entornos digitales infectados, una versión virtual de París muestre “el gobierno ha caído” o “el ejército se rindió”, y millones crean en esas fake news.

Estos conflictos no destruyen infraestructura física, sino que atentan contra la confianza social, siendo una guerra de percepción donde la principal arma es la simulación.

Esto puede influir en el comportamiento, las emociones y la identidad, transformando la realidad misma.Otra amenaza es el hackeo y la reprogramación de avatares de figuras claves para operaciones de desinformación o la colapsación de economías virtuales — activos digitales, tokens y mercados.

Estas acciones pueden paralizar sistemas enteros y afectar a millones de personas.

Tales desarrollos cambian la percepción de seguridad, trasladándola de la protección territorial a la defensa de la conciencia colectiva.

Es urgente crear nuevas regulaciones internacionales para los conflictos virtuales, un código digital actual que incluya aspectos técnicos, éticos y legales.El laureado con el Nobel Geoffrey Hinton, conocido como el “Padrino de la IA,” advirtió en su discurso de aceptación sobre los riesgos potenciales que la IA representa para la humanidad y pidió esfuerzos regulatorios globales.

Cada país debe comenzar a desarrollar su propio marco legal, ya que la legislación internacional suele ser demasiado lenta.

En Ucrania, por ejemplo, aún no hay una estrategia oficial aprobada sobre el desarrollo de la IA, aunque en 2020 se elaboró un borrador.

Es fundamental activar y concretar estas políticas para proteger los intereses nacionales y garantizar un futuro digital seguro.Personalmente, creo que la humanidad tiene la capacidad de aprender a coexistir pacíficamente con estas tecnologías.

El mundo ya ha mostrado adaptabilidad, desde la conducción de automóviles y vuelos hasta la exploración espacial y la telemedicina.

Con responsabilidad, podemos afrontar los desafíos del avance en IA y forjar un futuro digital que beneficie a todos.

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