Alemania contempla la nacionalización de subsidiaria de Rosneft ante sanciones y tensiones políticas
En Alemania se reabre el debate sobre posibles medidas drásticas contra la empresa rusa Rosneft, que mantiene un control estratégico en el sector energético del país.
Esto sucede en medio de nuevas sanciones de Estados Unidos que, por un lado, limitan las operaciones de la filial alemana y fomentan las discusiones sobre su expropiación, y por otro, resaltan la profunda dependencia de Alemania del petróleo y derivados de Rusia, proveedores históricos de toda la región.
Recientemente, el Departamento del Tesoro estadounidense emitió una licencia que exime temporalmente a la filial alemana de Rosneft de las sanciones hasta abril de 2026, aunque esta medida no resuelve la cuestión de fondo sobre el futuro de los activos de la compañía en Alemania.
El gobierno germano está considerando diversas opciones, incluyendo la confiscación forzada y la venta posterior a inversores extranjeros, con el fin de disminuir la dependencia de Rusia en el sector energético.
La atención principal se centra en la refinería de Schwedt, considerada una pieza clave para garantizar el suministro de combustible en Berlín y sus alrededores.
Actualmente, los activos de Rosneft en Alemania están bajo gestión temporal del gobierno, que renueva periódicamente esta medida.
Expertos y políticos advierten que una nacionalización completa podría desencadenar largos procesos judiciales y pagar altas compensaciones a Moscú, lo que complica la estrategia gubernamental.
Rusia ha advertido que, en respuesta, podría tomar represalias afectando a empresas alemanas con inversiones en Rusia.
Desde marzo de 2024, Rosneft ha intentado sin éxito vender sus activos en Alemania.
Líderes como el diputado de Los Verdes, Michael Kellner, piden decisiones firmes, subrayando la importancia estratégica de estos activos para la economía y seguridad de Alemania, proponiendo su expropiación definitiva para garantizar estabilidad futura.
La situación revela los esfuerzos alemanes por diversificar sus fuentes de energía y fortalecer su seguridad energética ante la dependencia de petróleo ruso en un contexto de alta tensión política.