El Senado de EE.UU. reevalúa el plan de sanciones contra Rusia: nuevos desarrollos políticos y posibles retrasos
El Congreso de los Estados Unidos ha experimentado cambios importantes en su enfoque para imponer nuevas sanciones contra Rusia.
Inicialmente, muchos senadores abogaron por la aprobación rápida de un proyecto de ley destinado a aumentar la presión económica sobre Moscú para frenar su agresión militar en Ucrania.
Sin embargo, influenciado por factores políticos y diplomáticos, el líder republicano en el Senado, John Thune, retiró su apoyo a una votación prevista en las próximas semanas.
Explicó que tomó esta decisión en anticipación a la cumbre que tendrá lugar en Budapest entre el presidente Donald Trump y Vladimir Putin.
Se sabe que el senador Thune ya se comunicó con su colega Lindsey Graham — principal autor del proyecto de ley — y ahora discute con la administración de Biden posibles resultados favorables de los encuentros diplomáticos.
Graham confirmó que trabaja con la Casa Blanca para definir los objetivos de esta reunión y su posible impacto en el proceso legislativo.
Mientras los legisladores siguen buscando medidas para contener a Rusia y poner fin a la guerra en Ucrania, este conflicto sigue siendo una de las prioridades principales de la política exterior estadounidense.
Sin embargo, las diferencias internas y los intereses contrapuestos retrasan la implementación de estas acciones.
Ya se ha manifestado el apoyo a la iniciativa por parte de numerosos senadores, indicando que el proyecto de ley tiene altas probabilidades de ser aprobado próximamente.
Por su parte, la Casa Blanca busca adoptar un enfoque flexible en la aplicación de sanciones para no escalar la crisis diplomática con Rusia y mantener abiertas las posibilidades de negociaciones futuras.
