Trump exige a Microsoft despedir a directiva por su pasado político y trabajo con la administración de Biden
El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha vuelto a generar un revuelo político al hacer un llamamiento público a Microsoft para que despida a Lisa Monaco, una alta ejecutiva que actualmente ocupa el cargo de Presidenta de Asuntos Globales en la compañía tecnológica.
Esta acción forma parte de su estrategia para atacar a exfuncionarios del gobierno que considera sus oponentes políticos.
Según Bloomberg, Trump exige que Microsoft despidan a Monaco debido a su pasado durante la mandato de Joe Biden, cuando desempeñó el cargo de Subprocuradora General de Estados Unidos.
Él sostiene que su puesto actual en Microsoft le otorga acceso a información sensible y la capacidad de influir en asuntos políticos, lo cual representa una amenaza para la seguridad nacional.
En marzo, a Trump le fue negado el acceso a información clasificada relacionada con ella, y se impuso una prohibición sobre su acceso a materiales confidenciales.
Además, Trump argumenta que la posición de Monaco en Microsoft, que mantiene importantes contratos con el gobierno estadounidense, le permite acceder a datos altamente confidenciales, lo cual podría poner en riesgo la seguridad del país.
Él ha instado a Microsoft a actuar de inmediato, afirmando que el empleo de Monaco podría poner en peligro los intereses de seguridad de Estados Unidos.
Hasta ahora, la compañía no ha emitido comentarios respecto a esta petición.
La difusión de la información sobre Monaco en Microsoft ocurrió en junio, aunque la empresa no ha respondido a las solicitudes de comentario.
Esta situación ejemplifica cómo las figuras políticas usan su influencia sobre las corporaciones para eliminar rivales políticos y ajustar cuentas.
Además, pone de relieve la naturaleza intensa y a menudo brutal de las confrontaciones políticas en Estados Unidos, donde incluso las empresas tecnológicas pueden convertirse en instrumentos de guerra política.
Recientemente, el Departamento de Justicia acusó al exdirector del FBI James Comey y también inició una investigación sobre el ex fiscal especial Jack Smith, evidenciando el nivel de enfrentamiento que caracteriza la política estadounidense.