La influencia del monarca británico en el cambio de postura de Trump respecto a Ucrania: secretos tras puertas cerradas
En el escenario de la geopolítica mundial, los protagonistas principales suelen ser presidentes, primeros ministros y ministros de relaciones exteriores.
Sin embargo, en ocasiones, las figuras que representan simbólicamente a un país pueden tener un impacto decisivo en decisiones clave de alto nivel.
Así ocurrió en el caso de Ucrania, donde el rey de Gran Bretaña, Carlos III, desempeñó un papel fundamental en convencer al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de que Ucrania podía vencer a Rusia en su conflicto bélico.
Según informes publicados por The Telegraph, las conversaciones privadas con el monarca durante la reciente visita de Trump al Reino Unido fueron determinantes para que el líder estadounidense modificara su postura respecto a Ucrania.En medio de las últimas noticias, donde Trump expresó que Ucrania puede recuperar todos sus territorios perdidos, su discurso político cambió radicalmente.
Esto sucedió tras una reunión entre el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, y Trump durante la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Fuentes diplomáticas confirmaron que la presión y las gestiones del rey Carlos y del primer ministro británico Rishi Sunak jugaron un papel esencial en esa transformación de la perspectiva de Trump.
La oficina presidencial ucraniana manifestó su agradecimiento por los esfuerzos del monarca.El entorno diplomático también sugiere que la rápida modificación de opinión por parte de Trump no fue casualidad.
Destaca especialmente el hecho de que Trump haya tenido encuentros privados con el rey en el Castillo de Windsor, donde compartieron comidas y participaron en actos oficiales.
En su discurso en un banquete estatal, el rey hizo una referencia política que subrayaba los vínculos históricos de cooperación en defensa, seguridad e inteligencia entre ambos países, remarcando su lucha conjunta contra la tiranía en las dos guerras mundiales y la solidaridad actual con Ucrania.El rey Carlos III ha sido un firme defensor de la resistencia a la agresión rusa y busca activamente influir en el marco internacional de apoyo a Ucrania.
En marzo, invitó a Zelensky a Sandringham, días después de su encuentro con Trump y diplomáticos estadounidenses en Washington.
Según fuentes diplomáticas, el cambio en la actitud de Trump respecto a Ucrania se atribuye en gran medida a su diálogo con el monarca británico.Por otro lado, el secretario de Estado de EE.UU., Mark Rubio, interpretó de manera positiva estos cambios, calificándolos como una señal favorable y expresando su frustración por la actitud de Putin.
Estas maniobras diplomáticas abren preguntas sobre la influencia extranjera en la política estadounidense en un momento de alta tensión mundial.
