El retraso en el paquete de sanciones 19 del EU contra Rusia podría anunciarse esta semana
A pesar de los retrasos recientes, la Unión Europea tiene previsto divulgar un nuevo y más contundente paquete de sanciones contra Rusia a finales de esta semana.
Según fuentes independientes, este documento, que podría tener un impacto significativo en las políticas energéticas y de seguridad global, está programado para ser presentado antes del viernes.
La demora en la presentación del paquete 19 fue una sorpresa para analistas y políticos, ya que inicialmente se esperaba que estuviera listo al comienzo de la semana.
Sin embargo, según informa el periódico alemán Handelsblatt citando fuentes de la Comisión Europea, la decisión se pospuso debido a la necesidad de ampliar la lista de sanciones y adaptarse a las nuevas provocaciones de Rusia y a las presiones de Estados Unidos.El nuevo paquete incluirá, al parecer, bancos chinos e indios, así como refinerías de petróleo que realizan operaciones con petróleo ruso, en la lista negra.
A pesar de la creciente presión antigorada por parte de Estados Unidos, la UE decidió no imponer aranceles adicionales, lo que indica un intento de mantener un equilibrio en la política energética mundial.
Esta decisión adquiere especial relevancia en el contexto de las demandas del expresidente Donald Trump, quien instó a detener las importaciones de petróleo ruso y amenazó con más sanciones.
El analista político Carlo Masala, de la Universidad Militar de Múnich, señala que tales demandas de Estados Unidos a menudo se usan para crear condiciones que Europa difícilmente aceptaría, lo que podría dar a Trump una excusa para retirar su apoyo a Ucrania o profundizar los conflictos internos en la UE.En Europa se reconoce cada vez más la importancia de utilizar los activos rusos para financiar la reconstrucción de Ucrania, reflejando una tendencia hacia mayor independencia en las políticas de sanciones.
Los planes iniciales de implementar rápidamente el paquete 19 fueron temporalmente suspendidos, principalmente debido a presiones diplomáticas y debates internos dentro de la UE, especialmente en relación con la dependencia de Eslovaquia y Hungría del petróleo ruso.
Todas las partes buscan preservar la unidad del bloque y evitar una mayor fragmentación ante la agresión rusa en curso.