Rusia ha cruzado la ‘línea roja’: Ferguson analiza la posible respuesta de EE. UU. a las provocaciones rusas
Los últimos acontecimientos en Europa han vuelto a demostrar cómo la situación inestable alrededor de Rusia continúa intensificándose y pone en duda la seguridad y estabilidad de la región.
Mientras la administración de Joe Biden ha permitido que la guerra en Ucrania se prolongue, crecen las preocupaciones sobre si los líderes occidentales están reaccionando adecuadamente ante los nuevos desafíos.
El renombrado historiador y economista británico Neil Ferguson, autor de bestsellers sobre historia económica y geopolítica, afirmó en una entrevista para ZN.UA que Rusia ya «ha cruzado la línea roja», y que es fundamental desarrollar un plan de acción eficaz para responder.
Ferguson destacó que el objetivo principal de Vladimir Putin es debilitar a la OTAN y que continúa actuando en esa dirección.
Aunque la administración Biden tuvo mejores instintos en comparación con administraciones anteriores, Ferguson critica que, en general, la estrategia de EE.
UU.
en 2022 quedó lejos de ser perfecta, por no anticipar los riesgos ni reaccionar de manera adecuada.
Sugiere que a finales de 2022 existieron oportunidades para negociar la paz con Rusia, especialmente cuando las fuerzas rusas enfrentaban dificultades importantes cerca de Jersón y Járkov, pero dichas oportunidades se perdieron por motivos tanto internos como externos, incluyendo la influencia de aliados estadounidenses.
Ferguson cree que en los momentos críticos, cuando las fuerzas rusas estaban en dificultades, pudo haberse encontrado un acuerdo diplomático, pero esa oportunidad se desperdició.
Además, afirma que Donald Trump tiene posibilidades reales de volver a establecer una política de contención hacia Rusia, pues siempre ha insistido en que, si hubiera sido presidente en ese momento, habría evitado la invasión a gran escala.
La clave, según él, es demostrar fuerza y decisión para advertir a Putin que los intentos de reducir la influencia de la superpotencia sin una respuesta firme son extremadamente peligrosos.
En relación con las sanciones y la política energética, Ferguson asegura que EE.UU.
debe prepararse para tomar medidas más radicales contra Rusia, destacando: «El juego se ha terminado, y es hora de aplicar una presión económica concreta y sustentada para detener su agresión».
El mensaje debe ser claro: ‘Basta.
Cruzar la línea roja significa caos.’ Esto representa un desafío para los responsables políticos y las fuerzas de seguridad, ya que las opciones para influir en la economía rusa todavía no se han agotado.
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