Drones rusos sobre Polonia: cuando el silencio se convierte en una amenaza para la seguridad europea
Los recientes incidentes relacionados con la presencia de drones rusos en el espacio aéreo polaco han provocado una profunda preocupación en toda la comunidad internacional.
La reacción de la OTAN ante esta amenaza ha sido sorprendentemente tímida y lenta, lo que genera dudas sobre la capacidad del bloque para responder rápida y eficazmente a provocaciones similares.
En este contexto, resulta imprescindible recordar las lecciones de la Guerra Fría, ya que, aunque muchas de ellas son hoy en día olvidadas por algunos en Occidente, Moscú claramente las conserva y las emplea para avanzar en sus propios objetivos estratégicos.Así lo afirmó en una entrevista para ZN.UA el reconocido economista y experto en geopolítica Neil Ferguson, quien señaló que el objetivo principal de Moscú es deshacer la unidad de la OTAN y obligar a sus miembros a responder con pasos impulsivos.
Ferguson remarcó que la enseñanza más básica de la Guerra Fría es que la disuasión solo funciona cuando viene acompañada de una respuesta firme y proporcional.
La amenaza de los drones rusos que violan el espacio aéreo polaco representa mucho más que una provocación superficial; constituye una escalada significativa, especialmente considerando que Polonia es miembro de la OTAN.
Ferguson advirtió que la falta de una respuesta enérgica envía una señal de debilidad a Moscú y podría incentivar nuevas acciones agresivas.
“Si no respondemos de manera proporcional y contundente, y no castigamos a Rusia en su propio territorio, Putin concluirá que Occidente tiene miedo a la escalada y que puede actuar sin sanciones,” afirmó el experto.Confía en que los líderes estadounidenses, en particular el secretario de Estado Marco Rubio, deberán aprender de las lecciones de la Guerra Fría y mostrar decisión en su respuesta.
Solo mediante una reacción firme y decidida se podrá evitar una mayor escalada del conflicto y garantizar la estabilidad en la región.
Además, subrayó que las políticas actuales deben equilibrarse, sin mostrar debilidad, ya que un fallo en ello puede acarrear consecuencias catastróficas para la seguridad europea y mundial.
