Tácticas rusas para explotar a la juventud y a los niños ucranianos: objetivos ocultos y consecuencias catastróficas
En la agresión militar en curso por parte de la Federación Rusa contra Ucrania, no solo se emplean fuerzas militares, sino también programas específicos dirigidos a jóvenes y adolescentes, con el fin de destruir la identidad ucraniana y reforzar las políticas de ocupación.
Según el Centro de Resistencia Nacional, las fuerzas ocupantes rusas reclutan a jóvenes de territorios temporalmente ocupados bajo la excusa de ‘prácticas profesionales’, enviándolos a fábricas del complejo militar-industrial donde estos jóvenes se ven obligados a colaborar en la producción de armamento, que luego se utiliza en el frente contra Ucrania.
Esto no solo arruina sus futuras perspectivas laborales con diplomas falsos, sino que también los pone directamente en el centro del conflicto, convirtiéndolos en cómplices de la agresión rusa.
Además, se realiza el secuestro de niños ucranianos bajo el pretexto de ‘vacaciones de verano’, lo que genera preocupación internacional por violaciones flagrantes del derecho humanitario internacional, que prohíbe el uso de la población de las zonas ocupadas con fines militares.
Los ocupantes trasladan niños talentosos a Moscú y San Petersburgo, para utilizarlos en propaganda y operaciones militares, además de forzar a los jóvenes a realizar entrenamientos militares e integrarlos en las tropas de la ocupación.
Incluso adolescentes de la región de Jersón son enviados a campamentos rusos para prepararlos en combate contra Ucrania.
Todo esto constituye una grave violación del derecho internacional y de los derechos humanos.
