Aumenta la tensión entre EE. UU. y China ante posible toma de Taiwán: perspectiva desde Washington
En el complejo escenario geopolítico actual, las relaciones entre Estados Unidos y China se encuentran en un punto de máxima tensión, impulsadas por los temores de una posible ofensiva militar china contra Taiwán.
El vicepresidente del gobierno taiwanés encargado de la política respecto a China, Chiu Chuy-Chen, pronunció un importante discurso en Washington el pasado viernes, alertando sobre la activa preparación de China para una posible invasión.
Además, advirtió que la caída de Taiwán podría desencadenar un efecto dominó que desestabilizaría toda la región y pondría en riesgo la seguridad de EE.
UU.Chiu enfatizó que, bajo el liderazgo del Partido Comunista, China nunca ha renunciado a sus aspiraciones de reunificación con Taiwán, una isla democráticamente gobernada que se considera independiente de China continental.
Las actividades militares cerca de la isla se han intensificado, con maniobras y manifestaciones de fuerza por parte de Beijing, que insiste en buscar una solución pacífica, aunque no descarta el uso de la fuerza para lograrlo si fuera necesario.Washington advierte que cualquier intento militar de tomar Taiwán provocaría un efecto dominó que socavaría la estabilidad regional y pondría en peligro la seguridad estadounidense.
A pesar de la falta de relaciones diplomáticas oficiales, Estados Unidos continúa apoyando militarmente a Taiwán, suministrándole armas avanzadas y reafirmando su compromiso con la autodefensa de la isla.La actividad militar en el estrecho de Taiwán ha crecido, con presencia frecuente de buques chinos que navegan por la zona, la cual China considera como parte de su territorio soberano.
Recientemente, China presentó su nuevo portaaviones, el Fuzhou, que ya ha atravesado el estrecho, ampliando así su alcance en el Pacífico occidental.
Estados Unidos y aliados como Canadá, Reino Unido y Francia llevan a cabo operaciones de libertad de navegación en el estrecho para reivindicar su carácter internacional.Taiwán se mantiene firme en su decisión de defender su independencia y su sistema democrático, rechazando las reclamaciones de soberanía de Beijing.
China, por su parte, insiste en buscar una reunificación pacífica aunque no renuncia a tomar las medidas necesarias para proteger su integridad territorial.
La escalada de tensiones preocupa a la comunidad internacional, dado que este conflicto puede tener impactos globales de gran alcance, reflejando la fragilidad del equilibrio de poder en la región de Asia Oriental.