Represión y torturas en Bielorrusia: relato de ex prisioneros políticos sobre condiciones humillantes bajo el régimen de Lukashenko
                                                Más allá de los largos años en las cárceles de Bielorrusia, las historias de los ex prisioneros políticos revelan una cruda realidad de torturas brutales y tormento psicológico que deja profundas cicatrices emocionales en sus vidas.
Testimonios recientes de quienes han sido liberados en los últimos días iluminan las condiciones espantosas a las que fueron sometidos, comparables a las mazmorras medievales.
Durante una conferencia de prensa en Vilna, ex prisioneros describieron un trato deshumanizador, con abusos físicos y psicológicos, así como una tortura sistemática.
Nikola Dziadko, un anarquista, recordó que su tiempo en la cárcel de Grodno fue un infierno, especialmente por las noches, cuando los presos gritaban y llamaban a sus madres en medio de condiciones de frío extremo.
Destacó que en la celda de aislamiento, los detenidos son llevados a la locura y que el régimen parece buscar destruir sus voluntades mediante abusos constantes tanto físicos como mentales, acompañados de soledad absoluta.
Otro ex prisionero, Gennady Fedinych, reveló que no lo alimentaron adecuadamente antes de ser trasladado desde la prisión del KGB, solo le dieron té y una cucharada de avena.
Estas revelaciones subrayan las acusaciones de que la represión en Bielorrusia viola flagrantemente los derechos humanos.
Svetlana Tikhanovskaya, líder de la oposición bielorrusa, afirmó que todos los presos políticos liberados deben tener el derecho de abandonar o permanecer en el país según su voluntad.
La líder señaló que lo ocurrido no fue una verdadera liberación, sino una deportación forzada, lo cual constituye una grave violación de derechos humanos.
Además, instó a la comunidad internacional a aumentar la presión sobre el régimen de Lukashenko para liberar a todos los presos políticos y facilitar su salida segura del país.
Su oficina ha comenzado a recaudar fondos, logrando recolectar más de 85 mil euros en un solo día para ayudar a quienes permanecen en prisión.
Autoridades estadounidenses, incluido Steven Capus, presidente de Radio Svoboda, confirmaron que Estados Unidos ha estado involucrado en procesos diplomáticos desde los primeros días del gobierno de Donald Trump para lograr la liberación de los presos políticos en Bielorrusia.
El 11 de septiembre, se liberaron 38 ciudadanos bielorrusos, entre ellos Iván Losik, periodista de Radio Svoboda, quien pasó más de cinco años en la cárcel.
Paralelamente, las protestas continúan, y activistas se niegan a abandonar su país, incluso rompiendo sus pasaportes en señal de resistencia.
El presidente Trump expresó su esperanza de que pronto sean liberados los presos políticos restantes, reafirmando que la represión y los abusos de derechos humanos en Bielorrusia siguen siendo una realidad bajo el régimen de Lukashenko.
