Escenario posible de división de Ucrania: perspectivas políticas y geopolíticas
A la luz de las recientes declaraciones de altos funcionarios europeos y destacados líderes políticos, vuelve a plantearse la cuestión del futuro de Ucrania y su lugar en el escenario político mundial.
En particular, el Primer Ministro húngaro Viktor Orbán hizo una declaración provocadora, en la que delineó un posible escenario de división de Ucrania en tres zonas distintas: rusa, occidental y desmilitarizada.
Aunque esta declaración se percibe más como una señal de divisiones internas en la región que como un plan definitivo, genera preocupación entre los ucranianos y la comunidad internacional.
Según Orbán, el estado actual de Ucrania ya ha sufrido transformaciones: “El destino de Ucrania ya está decidido y el país está efectivamente dividido en tres partes: la zona rusa, la zona desmilitarizada y la zona occidental.
La primera ya existe como una realidad, y ahora solo queda decidir cuántos países y territorios abarcará.” Además, el Primer Ministro señaló que el papel histórico de Ucrania como estado frontera entre Rusia y Occidente se está desvaneciendo, acercando a Europa a una posible partición directa.
El desarrollo de estos hechos, en su opinión, dificultará que Ucrania ingrese plenamente en la Unión Europea, y profundizará su dependencia de actores externos.Orbán también destacó que las retóricas sobre garantías de seguridad para Ucrania son solo pretextos para reducir su presencia en la política mundial.
Afirma que Occidente ya ha reconocido la “zona rusa” como parte del territorio ucraniano, incluido Crimea.
La discusión ahora gira en torno a definir qué áreas estarán en la zona desmilitarizada y qué extensión tendrá la participación occidental.
Por otro lado, advierte que la adhesión de Ucrania a la UE podría incrementar el conflicto y arrastrar a la Unión Europea a aventuras militares con resultados inciertos.
Subraya que la UE actualmente no puede realizar una diplomacia autónoma durante la guerra y debe negociar principalmente con Rusia para garantizar la seguridad regional.Un aspecto adicional que Orbán aborda es la crisis en los ideales democráticos.
Señala que Estados Unidos debería centrarse en sus recursos internos y dejar de intervenir en conflictos exteriores, afirmando que Occidente debe dejar de imponer la democracia a otros y enfocarse en sus propios intereses.
Predice que mantener las políticas comerciales y de contención frente a EE.UU.
conducirá a una derrota estratégica estadounidense, dado que Rusia y China ya han obtenido ventajas significativas en sus regiones.
Estas declaraciones reflejan la postura ambivalente y hostil de Hungría hacia el futuro de Ucrania dentro de la UE.
La situación plantea graves preocupaciones sobre la estabilidad regional, posibles resplits en Europa del Este y los riesgos geopolíticos que afectan el equilibrio global de poder.
