Xi Jinping: Ambiciones imperiales y desafíos para la estabilidad global
En medio del creciente poder militar y diplomático de Beijing, los líderes chinos muestran cada vez más su determinación de transformar el orden mundial conforme a sus ambiciones imperiales.
El líder del país, Xi Jinping, se acerca cada vez más a la figura de un emperador, buscando consolidar su autoridad y devolver a China a su ‘lugar legítimo’ en el centro de la política global.
Sus acciones reflejan un deseo de formar alianzas autoritarias y promover una nueva estructura mundial en la que predominan los intereses de Beijing.
Los analistas señalan que esta estrategia se apoya en tradiciones imperiales históricas y en esfuerzos por eliminar a sus rivales, incluyendo la eliminación de límites de mandato y la consolidación del poder vitalicio.
La política exterior de China también encarna la idea de una ‘destino’ inevitable de retornar a la hegemonía mundial.
Mientras tanto, en el país continúan las represión, destinadas a silenciar cualquier forma de disidencia, lo que genera preocupación en la comunidad internacional.
El desfile militar en Beijing, con la exhibición de nuevas armas y poder diplomático, muestra las intenciones de Xi Jinping de convertir a China en un actor global que configure el orden mundial en sus propios términos, con riesgos que afectan la seguridad internacional y la estabilidad global.
