Infraestructura petrolera de Rusia bajo ataque: Ucrania intensifica ofensivas en plena crisis de petróleo
Durante más de dos años, Ucrania ha llevado a cabo una campaña deliberada para atacar las instalaciones de refinamiento y almacenamiento de petróleo en Rusia, con el objetivo de debilitar la capacidad energética de Moscú en medio del conflicto en curso.
En las últimas semanas, esta ofensiva ha escalado, con las fuerzas ucranianas realizando múltiples ataques precisos contra infraestructuras petroleras críticas en diferentes regiones rusas.
Solo en el último mes, drones atacaron instalaciones vitales en Krasnodar y Sizran, generando interrupciones significativas en la cadena de suministro.
Según las autoridades militares ucranianas, estos objetivos son de alta prioridad, ya que suministran combustible a las fuerzas armadas rusas, afectando gravemente las capacidades logísticas y operativas.
Se estima que para 2025, aproximadamente el 40% de los objetivos para ataques a larga distancia serán refinerías petroleras rusas.
Los ataques se concentran en depósitos de almacenamiento, sistemas de oleoductos y en particular en plantas de craqueo — instalaciones esenciales donde la materia prima, el petróleo crudo, se convierte en gasolina, diésel y combustibles para aviación.
La destrucción de estos sitios ha provocado el cierre temporal de cerca del 20% de la capacidad de refinamiento en Rusia, lo que ha derivado en una pérdida diaria superior a un millón de barriles de gasolina y diésel.
La consecuencia más visible en la sociedad son las colas en las estaciones de servicio, la escasez de combustible y el aumento vertiginoso de los precios, que subieron un 54% desde principios de año, alcanzando niveles históricos.
En respuesta, Moscú suspendió las exportaciones de gasolina, agravando el problema interno.
La situación económica del país también se deteriora rápidamente, con un déficit fiscal de más de 61 mil millones de dólares en los primeros siete meses de 2025.
Algunas regiones han implementado racionamiento de gasolina.
Los expertos resaltan que Ucrania ha aumentado la producción de drones kamikaze, que ahora puede desplegar en grupos, dificultando la defensa aérea rusa.
Estos enjambres de UAV representan una amenaza creciente, especialmente en temporadas de alta demanda de combustible como verano y cosechas.
Analistas advierten que si las ofensivas continúan a este ritmo, Moscú enfrentará dificultades para gestionar la crisis.
El estratega Lawrence Friedman señala que, aunque estos ataques no podrían colapsar por sí solos la economía rusa, su impacto combinado con las presiones económicas y los reveses militares podría hacer que el régimen de Putin se vea cada vez más vulnerable.
En respuesta, asociaciones empresariales rusas solicitando compensaciones económicas han pedido al presidente Putin que implemente mecanismos para reembolsar a las empresas afectadas, cubriendo la mitad de los costos en instalaciones de protección, vigilancia y reparación de infraestructuras dañadas por los ataques.
