China sutilmente provoca a EE. UU. promoviendo el café brasileño en el escenario mundial
En medio de las tensiones comerciales que enfrentan Estados Unidos y China y que acaparan la atención en los medios internacionales, Pekín ha llevado a cabo una maniobra diplomática y económica que evidencian su astucia y su intención de fortalecer su influencia global.
Tras la imposición por parte de Donald Trump de un arancel del 50% sobre diversos productos brasileños, China reaccionó rápidamente abriendo su mercado a nuevos exportadores de café provenientes de Brasil.
Ya más de 180 productores brasileños han recibido permisos de exportación con vigencia de cinco años, y empresas chinas como Meituan, una de las principales plataformas de entrega de alimentos en China, están expandiendo activamente sus operaciones en Brasil, promoviendo el café como símbolo de la relación bilateral.
Este movimiento no solo busca diversificar las relaciones comerciales, sino también aprovechar la creciente popularidad de la bebida en China, donde cada vez más consumidores consideran al café un elemento básico en su vida cotidiana.
Estados Unidos, por su parte, sigue siendo el mayor importador mundial de café, comprando en 2024 más de 1.5 millones de toneladas métricas, de las cuales casi un 31% proviene de Brasil.
Sin embargo, las medidas arancelarias de Trump están presionando a Brasil a buscar nuevos mercados y fortalecer alianzas en América Latina, para contrarrestar las posibles pérdidas y asegurar su presencia en los mercados internacionales.
Políticamente, la tensión con EE.
UU.
se intensifica, ya que Trump ha señalado las supuestas violaciones de derechos humanos en Brasil, específicamente en relación con los procesos judiciales del ex presidente Jair Bolsonaro, aliado del expresidente estadounidense.
Bolsonaro rechaza dichas acusaciones, y en respuesta, el presidente Lula Da Silva insiste en que la justicia en Brasil opera autónomamente y que la relación con Estados Unidos debe basarse en respeto mutuo y diálogo diplomático.
Mientras tanto, China busca aprovechar esta oportunidad para incrementar su influencia en la región, enfatizando su interés en fortalecer la cooperación estratégica con Brasil, como afirmó el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Guo Jiakun.
El escenario internacional sigue en movimiento, y las próximas semanas serán cruciales para determinar cómo evoluciona la relación entre estas potencias, en un contexto donde los intereses económicos y políticos convergen y divergen de manera significativa.
