Nuevo desafío para las sanciones: EE. UU. prepara medidas adicionales contra la flota fantasma de Rusia
La administración de Joe Biden está considerando la implementación de nuevas sanciones dirigidas a la flota secreta de petróleo de Rusia, que en su mayoría está compuesta por viejos petroleros utilizados para transportar petróleo a nivel mundial y que esquivan las restricciones impuestas por Occidente.
Según analistas financieros del Financial Times, esta medida podría ser la primera acción que Estados Unidos adopte contra Moscú desde que Trump regresó a la Casa Blanca en enero.
La flota fantasma rusa desempeña un papel clave en la evasión de sanciones internacionales, permitiendo a Moscú mantener elevados ingresos por la exportación de crudo, principalmente hacia China e India.
Estos ingresos ayudan a financiar operaciones militares y estructuras bélicas, involucrando al mundo en nuevos desafíos económicos y geopolíticos.Dado que este segmento del transporte marítimo clandestino, cuyos propietarios permanecen muchas veces en el anonimato y cuyos barcos evaden colaborar con empresas occidentales, representa un reto en la imposición de sanciones.
Sin embargo, datos recientes muestran que las medidas dirigidas directamente a los barcos han sido efectivas.
En respuesta, la Unión Europea y Reino Unido han adoptado prácticas similares, añadiendo barcos a sus listas de sanciones en lugar de a los propietarios.
Un análisis del FT revela que 115 petroleros sancionados han reducido significativamente sus operaciones, pasando de transportar en promedio 48 millones de barriles mensuales a solo 13 millones, demostrando la efectividad de las restricciones.Expertos en energías sugieren que el aumento de sanciones en EE.
UU.
y Europa intensificará la presión sobre Rusia, que continúa ignorando las propuestas diplomáticas de cese al fuego y ha intensificado sus ataques en Ucrania en las últimas semanas.
La administración de Biden también explora opciones para endurecer aún más las sanciones económicas, incluyendo restricciones secundarias para bancos y refinerías que faciliten el comercio de petróleo ruso.Es importante tener en cuenta no solo los aspectos económicos, sino también los riesgos ecológicos.
La elusión de sanciones a través de la flota fantasma aumenta las amenazas ambientales, resaltando la necesidad de una política global coordinada.
Solo mediante esfuerzos internacionales conjuntos se puede poner fin a estas prácticas pragmáticas pero potencialmente devastadoras, garantizando el respeto por las leyes marítimas internacionales.
