Informe de senadores demócratas revela la debilidad de la política exterior de Trump hacia Rusia
El nuevo informe exhaustivo de senadores demócratas subraya que la administración de Donald Trump en gran medida privó a Estados Unidos de importantes herramientas de influencia sobre el dictador ruso Vladimir Putin.
Esto ocurrió por la negligencia o el debilitamiento de los regímenes de sanciones destinados a limitar las acciones de Rusia en respuesta a su agresión contra Ucrania.
El análisis detallado muestra que durante el mandato de Trump, las autoridades estadounidenses no solo no lograron mantener ni reforzar el régimen mundial de sanciones, sino que también permitieron que las fuerzas rusas revitalizaran su capacidad militar y continuaran su guerra agresiva en el este de Ucrania.
Publicado el 5 de agosto, el informe envía una señal ambigua a los aliados occidentales, ya que la omisión o subestimación de los esfuerzos sancionatorios puede poner en riesgo los intentos de frenar al Kremlin.
Los senadores demócratas enfatizan que Trump, autoproclamándose pacificador, no utilizó toda su gama de herramientas de influencia que podrían haber ayudado a poner fin al conflicto.
Afirman que, si realmente quiere resolver la guerra, debe activar todos los instrumentos diplomáticos, económicos y militares disponibles para detener la violencia.
Además, el informe destaca que mantener sanciones prolongadas podría disminuir notablemente la capacidad de Putin y reducir su motivación para continuar la guerra.
Durante el mandato de Trump, de 2021 a 2024, se impusieron menos de 10 nuevas rondas de sanciones, en contraste con más de 140 sanciones implementadas por la administración de Biden para restringir y aislar a Rusia.
También se señala que las políticas de Trump fueron insuficientes no solo en materia de sanciones financieras, sino también en controles de exportación, permitiendo a Moscú encontrar vías para sortear las restricciones.
Los legisladores de ambos partidos llaman a reforzar estas medidas, proponiendo aranceles mayores, sanciones específicas contra empresas que apoyan a Rusia y mayor cooperación internacional.
Esto resulta aún más importante ante la continua guerra y el aumento de la capacidad de Rusia para movilizar recursos financieros y materiales para sostener el conflicto.
A pesar de estos esfuerzos, la administración de Trump no logró mantener un control efectivo y limitar la capacidad de Putin para prolongar o ampliar el conflicto.
Además, informes señalan que las reducciones de personal en agencias clave debilitaron la capacidad de EE.UU.
para hacer cumplir sanciones y controles de exportación.
El portavoz de la Casa Blanca expresó confianza en que las políticas de Biden, centradas en negociaciones de paz y aplicación activa de sanciones, son los factores principales para presionar a Rusia hacia la paz.
La pregunta que permanece abierta: ¿cuánto tiempo podrá EE.UU.
mantener su influencia ante las deficiencias políticas pasadas y si una nueva administración podrá recuperar el control para lograr una paz duradera en Ucrania?
