La India enfrentada a desafíos en moneda y comercio ante las amenazas arancelarias de Trump
Mientras Estados Unidos intensifica su retórica agresiva y amenaza con nuevas tarifas, la India se encuentra en una encrucijada que podría afectar significativamente su economía y comercio internacional.
Se reporta una presión creciente sobre la rupia india, que podría alcanzar mínimos históricos debido a la fuerte crítica de Washington a las actividades exportadoras de la India y a las barreras comerciales que impone.
Estados Unidos exige medidas para salvaguardar sus intereses económicos antes de la posible aplicación de tarifas que podrían afectar hasta el 25% del comercio bilateral en el próximo mes de mayo.
Esta situación genera gran preocupación en las autoridades indias, que se preparan ante posibles impactos negativos en sectores clave como la joyería y el textil.
Por su parte, el primer ministro Narendra Modi ha hecho un llamado a la ciudadanía para apoyar la producción local y fortalecer la economía interna.
En secreto, el gobierno indio mantiene negociaciones para aliviar las tensiones y minimizar los daños potenciales, aunque aún no anuncia apoyo formal para sectores particularmente vulnerables, como el sector lácteo, protegido con aranceles de hasta un 60%.
Expertos en economía advierten que un aumento del 25% en los aranceles podría reducir el crecimiento del PIB en aproximadamente un 0,3%, además de provocar menor inversión y posible fuga de capitales.
Las fuentes diplomáticas informan de esfuerzos constantes por alcanzar acuerdos en canales discretos y evitar un conflicto mayor con EE.UU.
A lo largo de los últimos meses, Washington ha impulsado la firma de un nuevo acuerdo comercial que permita reducir aranceles y mejorar las condiciones de comercio mutuo, pero las amenazas recientes de Trump de imponer tasas adicionales sobre las importaciones de petróleo ruso, principal proveedor de energía e insumos militares para la India, complican aún más esa posibilidad.
La postura oficial en Nueva Delhi sigue siendo que las sanciones estadounidenses son injustificadas, dado la estrecha relación del país con Rusia en el ámbito energético y militar.
La India también evalúa medidas para apoyar a sus exportadores mediante incentivos económicos adicionales y analiza la posibilidad de suavizar restricciones en las importaciones estadounidenses de productos lácteos, como queso y leche condensada, siempre que se certifique su origen y producción.
Los economistas alertan que mantener o incrementar los aranceles podría frenar el crecimiento económico del país, afectando el ingreso y el bienestar de millones de indios.
De momento, las fuerzas políticas de oposición critican la amistad pasada de Modi con Trump y temen las consecuencias de nuevas sanciones.
En general, la situación demuestra cómo los riesgos internos y externos están interconectados, obligando a los responsables políticos a actuar con flexibilidad, negociando con calma y planeando estrategias a largo plazo en medio de un escenario de conflictos comerciales globales.
