La mente en jaque: crecen las dudas sobre la estabilidad mental de Trump ante sus recientes episodios públicos
Expertos y analistas políticos están revisitando las preocupaciones acerca del estado psicológico del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, a medida que sus apariciones públicas muestran comportamientos cada vez más impredecibles y erráticos.
Con 79 años, los recientes discursos y entrevistas del exmandatario han generado debate, señalando posibles signos de deterioro cognitivo, como olvidos, declaraciones confusas y cambios abruptos de tema.
Por ejemplo, durante una gira reciente en Gran Bretaña, Trump sorprendió a todos al hablar durante varios minutos sobre aerogeneradores y ballenas, asegurando —sin evidencia— que estas tecnologías dañan el medio ambiente y matan especies marinas, declaraciones que fueron criticadas por ambientalistas.
El psicólogo Harry Segal, de la Universidad de Cornell, explica que estos cambios abruptos en la línea de conversación son síntomas típicos de problemas en las funciones cognitivas y falta de autorregulación.
La discusión acerca de su posible deterioro mental se intensifica en medio de debates políticos, especialmente tras sus recientes y confusas participaciones en eventos públicos, que levantaron suspicacias respecto a su capacidad para mantenerse en el cargo.
Además, se han reportado episodios de confusión, dificultades para concentrarse y afirmaciones inexactas, como su errónea versión sobre un sospechoso del bombardeo en UnaBomba.
Pese a declaraciones oficiales de médicos que aseguran que goza de buena salud y funciones cognitivas normales, diversos especialistas independientes advierten que estos signos pueden indicar un declive más profundo, poniendo en duda su aptitud para gobernar.
Dentro del ámbito político, algunos personajes mantienen declaraciones de respaldo, mientras que otros expresan preocupación por cómo estos episodios afectan la percepción pública y la estabilidad.
La discusión sobre la salud mental de Trump sigue siendo un tema crucial en el contexto de las próximas elecciones, y aunque no se puede determinar con certeza si su estado mental interferirá en su aspiración presidencial, los indicios sugieren que podría enfrentarse a mayores dificultades que repercutan en su liderazgo y en el destino del país.