Trump comenta sobre el ataque de Rusia a Kiev y señala el contexto político del conflicto
El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, reaccionó públicamente al ataque con misiles de Rusia contra la capital de Ucrania, Kyiv, ocurrido en la noche del 31 de julio.
En su declaración, expresó su indignación por las acciones de Moscú, calificándolas de 'detestables', y señaló que la responsabilidad de esta agresión recae en el actual presidente de EE.
UU., Joe Biden.
Según Trump, esta guerra es 'la guerra de Biden', y él mismo se considera ajeno al conflicto.
El exlíder de la Casa Blanca subrayó que Rusia actúa por su cuenta, y que los resultados de sus acciones son muy tristes para todos los involucrados, especialmente para los rusos y ucranianos, quienes pagan un alto precio cada día.
"Muchos rusos están muriendo, y aún más ucranianos sacrifican sus vidas a diario," afirmó.
Trump también mencionó que Estados Unidos no participa activamente en la guerra por ahora y, en su opinión, el país no debería involucrarse más.
Además, habló sobre las intenciones de su administración de imponer nuevas sanciones contra Rusia tras el cumplimiento de un período de 10 días de restricciones, ya anunciado por Moscú.
Sin embargo, expresó escepticismo sobre la eficacia de dichas sanciones, sugiriendo que quizás no influyan en las decisiones de Putin.
"Impondremos sanciones, pero no estoy seguro de que cambien algo para Putin.
Él ya está familiarizado con estas restricciones y yo sé mucho más sobre ellas que cualquiera.
No sé si realmente lo detienen, pero lo haremos igual," afirmó Trump.
También señaló que Europa está muy enojada por la situación, y reiteró que la guerra nunca debió haber comenzado, pues su inicio fue un acto de agresión irresponsable y destructor que causa un sufrimiento inmenso y destrucción.
En cuanto a las perspectivas de concluir el conflicto, Trump mencionó posibles medidas adicionales, como sanciones secundarias contra la venta de petróleo ruso y restricciones al sector financiero de Rusia, asegurando que el Kremlin no está interesado en una resolución rápida y reafirmando la posición firme de EE.
UU.
en este asunto.
