Escalada del conflicto: reacciones del Kremlin y EE. UU. a nuevos ultimátums y ataques en Kyiv
En la noche del 30 al 31 de julio, la capital de Ucrania, Kyiv, volvió a situarse en el centro de una intensa guerra de información y combates directos.
Drones rusos, que se han convertido en una característica constante de la guerra moderna, llevaron a cabo un nuevo ataque masivo contra la ciudad, provocando alarma generalizada y daños considerables.
Por otra parte, Megan Mobb, portavoz del asesor especial de EE.
UU.
para Ucrania, publicó en la red social X que este ataque representa una respuesta del Kremlin al ultimátum recientemente emitido por Washington para poner fin a los combates en Ucrania.
Según ella, Moscú está poniendo a prueba la determinación de EE.
UU., y este incidente demuestra que Vladimir Putin ignora los esfuerzos internacionales por la paz y la estabilidad.
Ella agregó que no se debe mostrar debilidad, ya que eso solo anima a Rusia a continuar con acciones agresivas.
La tensión política internacional se intensifica, pues Donald Trump anunció plazos más cortos para lograr la paz, prácticamente estableciendo un ultimátum para el Kremlin, lo que genera dudas sobre la capacidad de sus promesas para cumplirse.
En días recientes, el presidente estadounidense redujo el plazo concedido a Rusia de 50 a solo 10 días, afirmando que si Moscú no da pasos serios hacia la paz, Estados Unidos aplicará sanciones económicas aún más duras.
Sin embargo, muchos expertos advierten que estas declaraciones ya se habían hecho en el pasado sin resultados concretos, lo que genera escepticismo respecto a su real impacto.
El portavoz del régimen ruso, Dmitri Peskov, respondió afirmando que la guerra en Ucrania continuará, reiterando que Moscú ignora los ultimatums y advertencias de Estados Unidos y afirmando que Rusia seguirá luchando sin hacer concesiones.
