La situación crítica en la designación del nuevo director de la Oficina de Seguridad Económica de Ucrania: cronología de fracasos y obstáculos políticos
Ucrania enfrenta actualmente una tensión significativa en el proceso para nombrar al director de la Oficina de Seguridad Económica (BSE), un proceso que ha quedado paralizado por una profunda crisis política y burocrática.
Los acontecimientos recientes ponen en evidencia una crisis sistémica y una ineficiencia administrativa que amenazan con detener reformas fundamentales en una de las instituciones claves en la lucha contra los crímenes económicos.
Fuentes indican que al gobierno le queda solo un día antes de que su mandato para nombrar al nuevo líder expire, lo que ha intensificado la presión.
En la última reunión del Gabinete, celebrada el 30 de julio, la candidatura propuesta — Alexander Tsivinsky, actual jefe de un departamento de detectives en la segunda Dirección General de NABU — fue nuevamente descartada, a pesar de que la comisión de selección volvió a recomendarlo.
Este candidato cumple con todos los requisitos legales, pero el gobierno, por razones aún desconocidas, rechazó aprobar su nombramiento, dejando el proceso en Standby.
El Fondo Monetario Internacional, que había firmado un memorando estableciendo la fecha límite en el 31 de julio, subraya que estas demoras son problemáticas.
La Comisión de Selección anunció que concluyen sus funciones tras haber designado al candidato, cuya revisión de antecedentes —incluyendo una evaluación con polígrafo— ya se ha realizado.
Además, la Comisión recibió una carta del Servicio de Seguridad de Ucrania que expresa precaución respecto a la ciudadanía rusa del padre del candidato.
Sin embargo, los oficiales de seguridad confirmaron que estas circunstancias formales no deberían impedir el nombramiento, dado que todos los candidatos superan rigurosas verificaciones.
Expertos políticos e internacionales señalan que estos retrasos reflejan una crisis más profunda en la infraestructura anticorrupción de Ucrania, que requiere urgentemente reformas reales.
El 24 de junio, la comisión seleccionó a Tsivinsky, quien actualmente lidera un departamento de detectives en NABU, con apoyo de algunos miembros internacionales, pero con rechazo por parte de representantes ucranianos.
Posteriormente, el 7 de julio, el gobierno rechazó su candidatura y solicitó que se presentaran hasta dos candidatos para reconsiderar.
Este conflicto revela la falta de decisión y coherencia en las élites políticas del país, que obstaculizan reformas imprescindibles.
La Unión Europea y otros organismos internacionales insisten en la necesidad de designar lo antes posible a un líder competente y en línea con la ley, para restaurar la confianza en los esfuerzos anticorrupción del país.
La prolongada demora puede dañar la imagen internacional de Ucrania y obstaculizar las reformas que fortalecen el Estado de derecho y la transparencia.
