Europa debe replantear su papel en la lucha por la paz en Ucrania: experto de Ámsterdam llama a acciones decididas
En medio del conflicto actual y las cuestiones de seguridad en Europa, el director académico de Ámsterdam, Andrew Chahoyan, señala la necesidad urgente de que Europa revise fundamentalmente su enfoque respecto a apoyar a Kiev y hacer frente a la agresión rusa.
Aboga por dejar atrás una postura limitada y emocionalmente distante para adoptar un papel proactivo y decidido encaminado a derrotar al agresor.
Según Chahoyan, no habrá paz sin que Ucrania triunfe sobre las fuerzas rusas, y el futuro del continente europeo dependerá de cómo evolucione la situación en el campo de batalla.
El experto hace un paralelismo histórico con 1938, cuando el primer ministro británico Neville Chamberlain pensó que podía asegurar la paz con un acuerdo con Hitler, una ilusión que llevó a la catástrofe.
Winston Churchill le respondió: “Puedes elegir entre la guerra y la vergüenza.
Elegiste la vergüenza — y obtendrás guerra”.
Hoy en día, esta frase sigue siendo igualmente relevante, ya que Europa debe entender que si no apoya decididamente a Ucrania, los resultados podrían ser desastrosos.
Ucrania, afirma el experto, no pide ayuda militar directa de Occidente, sino que busca el reconocimiento de que la injusticia y la violencia en Europa son resultado de la agresión rusa.
Kiev insiste en que su resistencia no solo beneficia a Ucrania, sino a todo el continente, sirviendo como garante de la seguridad europea.
Chahoyan señala que el conflicto es una elección clara del Kremlin, y solo terminará cuando Rusia deje de atacar, no cuando Ucrania deje de defenderse.
El llamamiento del experto a las naciones occidentales es abandonar la pasividad, utilizar su poder y tomar medidas concretas.
Entre ellas, se incluye desbloquear activos rusos por más de 300 mil millones de dólares, cerrar el Mar Báltico para la “flota sombra” de Rusia, ampliar las sanciones y proporcionar a Ucrania armamento avanzado, incluyendo misiles de largo alcance y alta precisión.
La amenaza nuclear de Moscú y su chantaje también son objeto de advertencia, pues ceder a esas presiones solo aumenta el riesgo de una tercera guerra mundial.
En síntesis, Chahoyan afirma que la inacción ya no es una opción.
El mundo debe cambiar sus políticas, dejar de justificar su debilidad y comenzar a defender sus intereses.
La lucha de Ucrania representa una oportunidad crucial para que Europa reevalúe su postura de seguridad.
La voluntad de detener al agresor y apoyar a Ucrania es fundamental para lograr una paz duradera y justa, garantizando estabilidad y seguridad en el continente.
