Rusia cierra oficialmente 20 puntos de control fronterizo con Ucrania: ¿Qué significa esto para futuros corredores de transporte y humanitarios?
El gobierno de la Federación Rusa ha tomado la decisión oficial de cerrar veinte puntos de control fronterizo que operaban previamente a lo largo de la frontera con Ucrania.
Esta medida estratégica, firmada por el primer ministro Mikhail Mishustin, entrará en vigor a partir del 1 de agosto de 2025.
La justificación oficial se presenta como un intento de revisar y optimizar la política fronteriza de Rusia, aunque en realidad afecta a los pasos fronterizos que han estado en funcionamiento durante más de veinte años bajo acuerdos bilaterales con Ucrania.
Los cierres incluyen tanto pasos automovilísticos como ferroviarios, en particular aquellos ubicados en territorios actualmente ocupados en las regiones de Donetsk, Lugansk, Jerson y Zaporiyia, así como en áreas controladas por Rusia en Rusia misma, como Vorónezh, Kursk, Briansk y Belgorod.
Funcionarios ucranianos y la Guardia Fronteriza han expresado su rechazo a esta decisión, recordando que Ucrania cerró todos los puntos de control fronterizo con Rusia al inicio de la invasión a gran escala y que estos puntos no estaban en operación desde entonces.
Andriy Demchenko, portavoz del Servicio de Guardia Fronteriza de Ucrania, señaló que es difícil comprender la lógica de esta acción, dado que estos pasos no funcionan desde hace varios años.
Además, mencionó que la mayoría de los puntos cerrados están en zonas donde las áreas han sido ocupadas por Rusia desde 2014, incluyendo regiones fronterizas dentro de Rusia, como Vorónezh, Kursk, Briansk y Belgorod.
Demchenko reafirmó la disposición de Ucrania a colaborar en la reincorporación de sus ciudadanos a través de cualquier vía, siempre que Rusia garantice las condiciones necesarias.
Como ejemplo, citó el paso de “Pokrovka” en Sumy, que actualmente no funciona, pero podría ser usado para necesidades humanitarias si la situación lo requiere.
En las últimas semanas, las autoridades fronterizas ucranianas han informado de un récord en el aumento del flujo de pasajeros hacia y desde Ucrania, indicando una actividad creciente y la necesidad de mantener conexiones humanitarias y de transporte efectivas pese a las tensiones políticas en curso.