La Corte Suprema Británica rechaza apelación de millonario ruso respecto a sanciones: su negocio seguirá bajo restricciones
Las autoridades judiciales del Reino Unido han confirmado su decisión de mantener las sanciones impuestas contra el empresario ruso y magnate petrolero Yevgeny Shvilder, demostrando una postura firme en respuesta a las acciones de Rusia en el conflicto de Ucrania.
El 29 de julio, la Corte Suprema del país rechazó de manera categórica la apelación del multimillonario contra las sanciones, que fueron dictadas debido a sus estrechos vínculos con Rusia y sus intereses empresariales en el país.
Este caso generó una gran atención internacional, evidenciando que la presión a través de sanciones en respuesta a la invasión rusa permanece severa e inquebrantable.
Los detalles de la decisión muestran que las sanciones fueron instauradas en marzo de 2022 debido a los lazos de Shvilder con el ex propietario del club Chelsea, Roman Abramovich, y también por su anterior cargo como director de la empresa siderúrgica rusa Evraz.
El magnate intentó impugnar estas restricciones argumentando que arruinaban su negocio y perjudicaban su vida y la de su familia, además de señalar que no todos los multimillonarios rusos están bajo restricciones en Gran Bretaña.
Sin embargo, el tribunal concluyó que existe una relación racional entre las sanciones y su objetivo, que es ejercer presión sobre Rusia y sus élites por sus acciones militares.
Además, en ese mismo día, la corte británica rechazó la apelación del empresario ruso Sergey Naumenko, cuyo yate valorado en más de 44 millones de euros fue confiscado en Londres.
Mientras tanto, las autoridades continúan preparando posibles acciones legales contra otro destacado empresario ruso, Roman Abramovich, específicamente en relación con la transferencia de 3,2 mil millones de dólares provenientes de la venta del club Chelsea para fines humanitarios en Ucrania.
Estas decisiones judiciales reafirmaron el aumento de la presión internacional para afectar a los oligarcas y empresas rusas, con el objetivo de debilitar su capacidad económica en apoyo a la resistencia frente a la agresión militar.
