Fin de la era de Putin: el nuevo desafío de Trump y sus posibles repercusiones para Rusia
Ante los últimos acontecimientos, parece que la influencia de Vladimir Putin en el escenario político y militar está llegando a su fin de forma acelerada.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que ha recuperado relevancia en la arena política, no oculta sus intenciones de cambiar las reglas del juego con Moscú.
Tras lanzar un nuevo ultimátum, puso a Rusia en una encrucijada: o da pasos hacia la paz o enfrentará sanciones económicas severas, incluyendo tarifas secundarias y restricciones energéticas.
Aunque estas medidas parecen firmes, queda la duda — ¿está dispuesto Putin a aceptar dichas condiciones? Las acciones recientes de Rusia sugieren lo contrario: unas horas antes del anuncio de Trump, Moscú realizó un ataque con misiles y drones contra Ucrania, lo que llevó a Polonia a activar cazas para proteger su espacio aéreo.
El analista Samuel Ramani señala que el desafío de Putin a Washington podría resultar ser un error costoso.
Se cree que esperaba que la posible vuelta de Trump a la presidencia frenara el apoyo estadounidense a Ucrania, abriendo así camino a una mayor agresión rusa.
Sin embargo, dichas expectativas fueron equivocadas.
Trump dejó claro que Rusia es el principal obstáculo para la paz en Ucrania y ahora está desarrollando una política de disuasión más estricta.
En respuesta, el portavoz del Kremlin, Peskov, afirmó que la guerra continuará, mientras Trump, apoyando la asistencia militar a Ucrania, destaca que principalmente los aliados de la OTAN la proporcionarán.
La presión económica de EE.UU.
podría afectar gravemente a la maquinaria militar de Putin.
A pesar de las sanciones dirigidas a la flota de tanqueros petroleros rusos y bancos chinos que respaldan los esfuerzos militares de Moscú, siguen existiendo maneras de evadirlas.
Si EE.UU.
implementa tarifas secundarias amplias y elimina las lagunas legales en las sanciones, podría producirse un fuerte impacto macroeconómico que alteraría el mercado energético mundial.
La situación está en una zona de peligro creciente.
¿Podrá Putin resistir estas presiones o se confirmará un escenario de promesas incumplidas y escalada que podría transformarse en un conflicto prolongado con consecuencias impredecibles a nivel global?