Europa enfrenta críticas por nuevo acuerdo comercial con EE. UU.: París y Berlín expresan su inquietud
Los acontecimientos recientes en el ámbito del comercio internacional han provocado una ola de críticas y preocupaciones en los principales países de la Unión Europea.
Los gobiernos de Francia y Alemania emitieron declaraciones contundentes manifestando su desacuerdo con la firma de un nuevo acuerdo comercial entre la UE y Estados Unidos, advirtiendo que este documento podría representar una amenaza seria para la economía europea.
La principal fuente de inquietud fue la decisión de EE.
UU.
de imponer aranceles del 15% a una amplia gama de productos europeos, lo que provocó fluctuaciones significativas en el valor del euro frente al dólar, alcanzando niveles bajos en varios meses, y generando temores sobre posibles impactos negativos en el comercio transatlántico.
Según informes publicados por The Financial Times, estas medidas podrían complicar aún más el clima económico y socavar la confianza empresarial.
Los políticos clave, en particular el Canciller alemán Friedrich Merz, destacaron que el acuerdo alcanzado entre el presidente estadounidense Donald Trump y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, conlleva riesgos tanto para Europa como para Estados Unidos.
"Este acuerdo no solo aumentará la inflación, sino que también puede poner en peligro la estabilidad de las relaciones comerciales transatlánticas", afirmó Merz, señalando que las circunstancias actuales dejan pocas opciones, y cada uno de los posibles pasos se lleva a cabo en un contexto difícil.
El Primer Ministro francés, François Bayrou, describió el acuerdo como un "día negro" para la UE, afirmando que Bruselas ha aceptado en esencia una derrota.
A pesar de las divergencias, ambas partes acordaron implementar aranceles del 15%, reduciendo la amenaza inicial de un 30% que Trump había mencionado anteriormente.
Ursula von der Leyen calificó el acuerdo como "el más grande en la historia del comercio", abarcando casi el 44% del PIB mundial, y resaltó que logró evitar una guerra comercial abierta entre las dos mayores economías del mundo.
Sin embargo, los mercados reaccionaron negativamente a la noticia: el euro se depreció más de un 1% respecto al dólar y aproximadamente un 0,7% respecto a la libra esterlina.
Los principales índices en Alemania y Francia cayeron un 1% y un 0,4%, respectivamente, y las acciones de fabricantes de automóviles europeos, los más afectados por los nuevos aranceles, disminuyeron un 1,8%.
La Cámara de Comercio de EE.
UU.
en la UE manifestó su respaldo al acuerdo, aunque advirtió que la tasa del 15% aún encarece notablemente las operaciones comerciales y pidió ampliar la lista de sectores sin aranceles.
Además, el Departamento de Justicia de EE.
UU.
anunció medidas contra quienes incumplen las restricciones tarifarias de Trump.
La Casa Blanca afirmó que el acuerdo sienta las bases para reformas estructurales históricas y que responde a los intereses de la industria, los trabajadores y la seguridad nacional de EE.
UU.
en el largo plazo.
El Primer Ministro español Pedro Sánchez mostró una postura cautelosa pero favorable, expresando su "limitado entusiasmo".
Por otro lado, fuerzas ultraderechistas en Francia y Alemania criticaron duramente el acuerdo, calificándolo como una muestra de debilidad europea.
Los analistas chinos consideran que esta situación fortalecerá su posición y esperan que EE.
UU.
haga concesiones mayores en las próximas negociaciones comerciales.
Como recordatorio, EE.
UU.
y la UE firmaron un acuerdo en virtud del cual la UE financiará totalmente la compra de armamento y equipamiento, la mayor parte destinado a Ucrania, apoyando así la capacidad defensiva de Kyiv mediante colaboración con el sector militar estadounidense.
