Rusia cancela inesperadamente los desfiles navales: ¿Qué oculta el régimen del Kremlin?
En la Federación Rusa, se tomó una decisión sorprendente: la principal parada naval, que tradicionalmente se celebra cada año en San Petersburgo el 27 de julio para conmemorar el Día de la Marina Rusa, fue cancelada sin ofrecer ninguna explicación oficial. Esta decisión generó una gran cantidad de especulaciones y sospechas, ya que en el pasado estos eventos eran una de las principales demostraciones de poder militar y espíritu patriótico del país. Aunque oficialmente no se dieron motivos, la ausencia de eventos festivos, como el desfile de barcos y los fuegos artificiales desde la Fortaleza de Pedro y Pablo, indica que el régimen intenta mantener en secreto estos importantes acontecimientos o simplemente los ha abandonado debido a problemas internos y riesgos para su reputación. Según el Centro para la Resistencia de la Información bajo la Consejo de Seguridad y Defensa de Ucrania, esta cancelación repentina podría ser consecuencia de un aumento en los problemas internos en Rusia, especialmente ante la creciente influencia de la guerra contra Ucrania y las sanciones económicas que debilitan la posición del régimen. Los analistas señalan que las demostraciones militares no son solo eventos festivos, sino también un medio importante para mostrar poder tanto interna como externamente. Ahora, el Kremlin ya no puede fingir que la guerra no afecta las áreas traseras, y se informa que incluso los barcos militares en puertos rusos se sienten menos seguros. Además, circulan informes sobre la posible desactivación del único portaaviones ruso, el «Almirante Kuznetsov», lo que aumenta aún más las preocupaciones sobre el estado de la flota naval rusa. Mientras tanto, los observadores notan que Rusia está intensificando la producción de misiles y drones Shahed en Alabuga, como informa CNN, incrementando las tensiones en las cercanías de Ucrania. En el ámbito interno, la represión en Rusia se ha intensificado: cada vez hay más arrestos de líderes militares, funcionarios y empresarios. El régimen de Putin refuerza su control sobre todos los aspectos de la vida, imponiendo censura y represión para contrarrestar protestas y descontento. Esto plantea la pregunta de si el Kremlin intentará aplicar medidas radicales o incluso un golpe de Estado para mantener el poder en medio de estas difíciles condiciones. El analista Vladimir Kravchenko en su artículo «Represiones, WhatsApp y papas: Cómo sobrevive el régimen de Putin» destaca que el régimen se está volviendo un sistema cada vez más cerrado y controlado, que busca desesperadamente mantener su poder a toda costa.
