La esgrimista ucraniana Kristina Petrova desafía a las rusas en el Campeonato Mundial en Tbilisi: un acto de postura política y ética deportiva
En el Campeonato Mundial de Esgrima de este año, celebrado en Tbilisi, Georgia, la atleta ucraniana Kristina Petrova captó no solo la atención por sus excelentes resultados, sino también por su decisión consciente de no participar en gestos de respeto o saludo hacia las competidoras rusas.
Tras un intenso combate en la ronda de 32, en el que derrotó a Polina Kozaeva con un resultado de 14-10, la esgrimista ucraniana evitó acercarse a la rusa para ofrecer un saludo o darse la mano.
En su lugar, simplemente agradeció a los árbitros y se apartó sin mostrar interés por la adversaria.
Es importante señalar que la Federación Internacional de Esgrima (FIE) ya eliminó la obligatoriedad de los apretones de mano tras los combates para reducir el contacto físico en el contexto de la pandemia, sin embargo, esta acción evidencia cómo algunas atletas usan los eventos deportivos como plataformas para expresar sus posturas políticas.
Además, en el torneo participaron 40 deportistas con pasaportes rusos y belarussos en condición de neutrales, incluyendo personal militar, lo que generó reacciones variadas en la opinión pública ucraniana y en la comunidad deportiva.
A pesar de la tensión política, las deportistas ucranianas siguen demostrando su compromiso con el espíritu deportivo y con la dignidad de representar a su país en medio de un contexto geopolítico complejo.