La Comisión Europea expresa profunda preocupación por la ley sobre la NAБУ y la SAP: Kiev debe ofrecer explicaciones
La Comisión Europea ha manifestado una seria inquietud respecto a los recientes desarrollos legislativos en Ucrania, que implican una notable reducción de la independencia del Buró Nacional Anticorrupción (NAБУ) y de la Procuraduría Especializada Anticorrupción (SAP).
La máxima autoridad del bloque europeo ha solicitado a Kiev que proporcione explicaciones detalladas sobre esta iniciativa, ya que ésta socava los principios fundamentales del Estado de Derecho en Ucrania.
Según el portavoz de la Comisión, Guillaume Merise, Bruselas está profundamente preocupada porque la nueva ley reduce de manera significativa las capacidades de estas instituciones clave en la lucha contra la corrupción y la reforma del país.
Merise subrayó que ambas instituciones, NAБУ y SAP, son pilares esenciales del Estado de Derecho y que su independencia resulta crucial para la correcta implementación de las reformas y la preservación de la confianza pública.
La presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, ya se ha puesto en contacto con el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky, expresándole su preocupación y solicitándole aclaraciones.
Ella enfatizó que el respeto por el Estado de Derecho y la lucha contra la corrupción son valores fundamentales de la Unión Europea, y que cualquier intento de debilitarlos resulta inaceptable para un país candidato.
Antes de la aprobación del proyecto de ley, los funcionarios europeos mantuvieron una postura cautelosa, confiando en un diálogo y acuerdo.
Sin embargo, los recientes acontecimientos han generado alarma en Bruselas.
La comisaria de ampliación, Martha Kos, reaccionó enérgicamente al aprobamiento del texto legal y advirtió que estas acciones representan una grave crisis para la cooperación futura y la adhesión de Ucrania a la Unión Europea.
Bruselas advierte que estos cambios podrían poner en riesgo la asistencia financiera y las perspectivas de integración de Ucrania en la UE.
Hasta ahora, la respuesta europea fue moderada y basada en el diálogo, pero la situación actual complica la relación.
El foco central ahora no solo está en la política interna, sino también en el futuro estratégico de Ucrania en el proceso de integración europea, que sigue siendo un objetivo prioritario para muchos en la región y en la comunidad internacional.
