Cumbre UE-China: Tensiones y Incertidumbre Estratégica en el Centro de la Agenda Mundial
Esta semana, en Beijing, se llevará a cabo una reunión esperada pero llena de tensiones entre altos funcionarios de la Unión Europea y la élite del gobierno chino.
Este encuentro será crucial para definir los próximos pasos en las relaciones bilaterales en medio de desafíos globales cada vez mayores.
La atención principal se centrará en negociaciones complejas, alimentadas por tensiones comerciales y diferencias en las posturas políticas respecto al apoyo de China a Rusia en su guerra contra Ucrania.
Pekín quiere presentar esta cumbre como un avance importante hacia la multipolaridad en el sistema internacional, destacando la cooperación entre dos civilizaciones y mercados que apoyan la globalización y la diversidad cultural.
Por otra parte, Bruselas expresa alarma por el rápido crecimiento del superávit comercial de China y el posible suministro de productos de doble uso militar a Rusia, lo cual es inaceptable para las autoridades europeas.
La preocupación se intensifica respecto a la creciente dependencia económica de Europa respecto a China y el potencial uso de la influencia china para alterar el equilibrio mundial.
El mes pasado, Bélgica ya rehusó participar en una reunión con funcionarios chinos, marcando una tensión diplomática.
Los líderes de la UE, incluido la jefa de diplomacia Chiara Callas y la presidenta Ursula von der Leyen, mantendrán encuentros con Xi Jinping en una visita de un día a Beijing, que incluirá una cumbre y almuerzos de trabajo con el primer ministro Li Qiang.
Pekín posiciona esta visita como un símbolo de la importancia de las relaciones bilaterales y su intención de promover un mundo multipolar a través de la cooperación con Europa, resaltando el papel de sus mercados y civilizaciones.
La negativa de Xi Jinping a asistir a la cumbre que inicialmente estaba prevista en Bruselas ha generado preocupación y se percibe como una muestra de desconfianza mutua.
Además, Europa también canceló una importante reunión económica con China el mes pasado, reflejando el aumento de las tensiones comerciales.
Los funcionarios europeos están preocupados por el desequilibrio comercial, que en 2022 alcanzó cifras récord cercanas a los 400 mil millones de euros, además de las críticas a los fabricantes chinos por inundar el mercado europeo con productos baratos.
En el último año, la Unión Europea ha abierto más de 25 investigaciones relacionadas con el comercio con China.
La negativa de Pekín a condenar la invasión de Ucrania por parte de Rusia profundiza aún más la desconfianza.
Según fuentes, el Ministro de Relaciones Exteriores chino, Wang Yi, expresó que China no quiere la derrota de Rusia, ya que ello facilitaría que EE.
UU.
enfriara su atención hacia China y Asia, lo cual sorprendió a los diplomáticos europeos, quienes anteriormente consideraban a Pekín como un actor neutral en el conflicto.
Además, se informa que hasta el 80% de los productos de doble uso para Rusia transitan por China, lo cual resulta problemático para Europa.
Días antes del encuentro, la UE impuso sanciones a dos bancos chinos pequeños por su implicación en comercio con Rusia, a lo que Pekín respondió con advertencias de represalias.
A pesar de ello, las tensiones se mantienen controladas y principalmente se concentran en las negociaciones tarifarias con EE.
UU., con quienes ambos lados buscan cerrar acuerdos comerciales para final de mes.
China también ha reaccionado con cautela ante las restricciones comerciales europeas, incluyendo aranceles a vehículos eléctricos y controles sobre equipos semiconductor, intentando evitar una confrontación total.
Los diplomáticos europeos continúan trabajando para encontrar puntos en común respecto al cambio climático, con la esperanza de lograr un comunicado conjunto durante la cumbre.
Bruselas exige que China adopte compromisos más ambiciosos para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero.
La postura de von der Leyen hacia China es firme, pero busca mantener un equilibrio para evitar conflictos abiertos y proteger los intereses europeose.
Los analistas advierten que la escalada de conflictos comerciales y geopolíticos apunta a un aumento de tensiones a nivel global, ya que China despliega cada vez más herramientas para influir en la escena internacional.
Este encuentro será clave para definir la estrategia europea frente a un orden mundial en rápida transformación.
