La Verkhovna Rada aprueba una medida que pone en peligro la independencia de NAБУ: detalles del voto y sus implicaciones para la lucha contra la corrupción
Hoy, la Verkhovna Rada de Ucrania tomó una decisión que podría alterar de manera significativa el panorama jurídico de los órganos anticorrupción en el país. En la segunda lectura, el parlamento apoyó el proyecto de ley nº 12414, con 263 votos a favor. Esta legislación, en esencia, elimina la independencia del Buró Nacional Anticorrupción de Ucrania (NAБУ) y de la Fiscalía Especializada Anticorrupción (SАП). Tales acciones abren la puerta a la concentración de poder en manos del Fiscal General Ruslan Kravchenko, quien adquirirá mayores facultades para supervisar las investigaciones anticorrupción. Las organizaciones de la sociedad civil y los expertos advierten que esta decisión socava los cimientos de la autonomía de estas instituciones. Según la nueva ley, el jefe de la Oficina del Procurador General tendrá acceso directo a todos los materiales de los casos penales, pudiendo retirar casos de NAБУ y transferirlos a otras agencias de investigación. Esto permitirá que el Fiscal General influya en los procesos de investigación, ponga en duda las sospechas contra altos funcionarios e incluso cierre casos relacionados con las más altas autoridades. Dado que la candidatura del Fiscal General la presenta el presidente, esto otorga a una sola persona un control sin precedentes sobre las investigaciones de corrupción. Este centralismo de poder genera preocupaciones sobre la futura eficacia de las medidas anticorrupción y la independencia de los órganos judiciales. Los expertos señalan que esta ley podría minar la capacidad de Ucrania para combatir la corrupción en los niveles más altos, fortaleciendo la influencia política en los procesos judiciales. La aprobación de esta legislación genera temores de un aumento en la interferencia política y un retroceso en los esfuerzos por lograr una gobernanza transparente y responsable. En el horizonte, las futuras acciones dependerán de si Ucrania logra preservar la delicada independencia de sus instituciones de ley o si, por el contrario, cae en una nueva ola de control político y presión sobre los órganos investigativos.