La Administración de Trump enfrenta crecientes inquietudes sobre las acciones descontroladas de Netanyahu y los desafíos regionales
En la Casa Blanca, crece la preocupación por las deudas del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, cuya conducta, según fuentes estadounidenses, ha salido de control, alejándose de los acuerdos diplomáticos que la administración de Trump busca mantener en la región.
Desde la declaración de un cese del fuego, mediado por Estados Unidos en el conflicto sirio, la situación en el terreno se ha agravado notablemente, generando alarma entre los funcionarios de la Casa Blanca.
Varios altos cargos estadounidenses señalaron que Netanyahu sigue realizando ataques con misiles, incluyendo ataques contra iglesias en Gaza, lo que ha despertado indignación y preocupación en Washington.
En una reciente conversación, el presidente Trump solicitó explicaciones sobre el bombardeo de lugares humanitarios, especialmente una iglesia, lo que intensificó el escepticismo respecto a las acciones del primer ministro israelí.
Además, en Washington crecen las dudas respecto al estilo de liderazgo de Netanyahu, asociado a acciones agresivas e impulsivas, comparadas con el comportamiento de un niño.
A pesar de estas tensiones internas, Trump aún no ha criticado públicamente a Netanyahu, y no está claro si comparte las preocupaciones de su equipo acerca de sus acciones en la región.
Por otro lado, en medio del aumento de hostilidades entre Israel y Siria, las Fuerzas Armadas israelíes continúan atacando posiciones sirias, específicamente convoyes de tanques y sitios estratégicos en respuesta a recientes enfrentamientos entre el ejército sirio y milicias aliadas.
Estados Unidos ha instado a Israel a detener estas operaciones militares y a buscar soluciones diplomáticas, pero Israel ha ignorado esas recomendaciones y ha intensificado sus ataques, incluyendo bombardeos cercanos al palacio presidencial sirio.
Fuentes americanas sostienen que estos ataques sorprendieron a la Casa Blanca, dificultando el proceso diplomático para lograr una paz duradera en la región.
Estas tensiones se producen en un contexto donde Estados Unidos recientemente canceló la clasificación de terrorista a las facciones rebeldes que ayudaron a derrocar a Assad, añadiendo más incertidumbre a la situación en Siria.