Obstáculos en el camino a la Unión Europea: Georgia permanece en aislamiento político ante tendencias autoritarias
La perspectiva de que Georgia ingrese en la Unión Europea actualmente enfrenta significativos obstáculos debido a desafíos políticos continuos y conflictos internos en el país. El Parlamento Europeo declaró que, sin cambios drásticos en el liderazgo y sin elecciones transparentes y justas, la integración de Georgia en la UE será una meta lejana. El 19 de julio, esta institución reafirmó públicamente su apoyo a las protestas del pueblo georgiano, destacando que el gobierno actual carece de legitimidad y está alineado con políticas autoritarias. El Parlamento afirmó explícitamente que no reconoce la legitimidad del actual gabinete y exhortó al país a realizar elecciones honestas y reformas democráticas; de no hacerlo, la adhesión a la UE será imposible. Una etapa crucial en esta política fue una resolución que condenó los arrestos de opositores y solicitó la liberación de los presos políticos. Las instituciones europeas expresan preocupación por la pérdida de valores democráticos y advierten que si Georgia no respeta estos principios, sus posibilidades de ingreso disminuirán significativamente. Por ello, en Bruselas se ha hablado también de posibles restricciones de visas, no solo para políticos y funcionarios implicados en represiones, sino para todos los ciudadanos georgianos. Las autoridades en Georgia consideran estas amenazas como una provocación política y califican las declaraciones de la UE como nulas e inválidas. En este momento, el enfoque de la UE se ha desplazado hacia Moldavia, que lucha activamente contra la desestabilización rusa y busca evitar que pro-rusos avancen en las próximas elecciones. Ucrania, que ya ha cumplido la mayoría de los requisitos y está preparada para avanzar, sigue enfrentando retrasos causados por la oposición de Eslovaquia y Hungría. Aunque la mayoría de la población georgiana apoya la integración europea, el país permanece en una situación de estancamiento debido a disputas internas y presiones externas, retrasando su proceso de ingreso pleno a la UE.