La pérdida del ministro de Exteriores de larga trayectoria en el Kremlin: causas y consecuencias
Han tenido lugar importantes cambios políticos y diplomáticos en Rusia, que conllevan implicaciones significativas para las relaciones internacionales y la situación interna del país.
Sergey Lavrov, quien ha dirigido el Ministerio de Exteriores de Rusia durante más de veinte años, se encontró inesperadamente en el centro de atención debido a una serie de reveses políticos y diplomáticos.
La causa principal fue la cancelación de una reunión con el Secretario de Estado de EE.
UU., Marco Rubio, inicialmente planificada en el contexto de esfuerzos por resolver el conflicto ruso-ucraniano.
Como resultado de esta situación, Lavrov sufrió una pérdida de estatus e influencia, incluyendo su exclusión de la participación en la cumbre del G20 prevista para noviembre.
El presidente ruso Vladimir Putin nombró a su adjunto, Maxim Oreshkin, como su reemplazo.
Esta decisión fue confirmada por el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, quien indicó que la designación fue unánime por parte de las autoridades rusas.
Las investigaciones adicionales muestran que los conflictos de intereses y los fracasos diplomáticos de Lavrov han generado un creciente descontento entre los altos cargos, lo que probablemente impacte en las políticas futuras de Rusia en el escenario internacional y en su diplomacia interna.
