Washington desarrolla planes militares para intervenir en Venezuela: interés por el petróleo y posibles operaciones
La administración del presidente Donald Trump en Estados Unidos está activamente elaborando estrategias para una posible intervención militar en Venezuela, con el objetivo de derrocar al actual presidente Nicolás Maduro.
Fuentes internas indican que se están analizando diversas opciones, que van desde bombardeos a objetivos militares, el despliegue de unidades especiales de élite para capturar o eliminar a Maduro, hasta operaciones a gran escala para tomar control de infraestructura crítica en el país.
Aunque aún no hay una decisión definitiva, asesores y expertos legales trabajan en construir un marco legislativo que permita actuar sin la aprobación formal del Congreso, utilizando justificaciones jurídicas.
La tensión con el gobierno venezolano aumenta en medio del incremento de la presencia militar en la región, donde ya se advierte una movilización de unos 10,000 soldados estadounidenses y la llegada del portaaviones Gerald R.
Ford, con más de 75 aviones y 5,000 marines, que podrían marcar un punto de inflexión en las acciones venideras.
Los escenarios considerados incluyen ataques a instalaciones militares leales a Maduro o el uso de fuerzas especiales como Delta Force o SEAL Team Six para operaciones directas de captura o eliminación del líder venezolano.
Otra opción contempla operaciones terrestres más amplias para tomar aeropuertos, petroleras y otras infraestructuras estratégicas, aunque estas estrategias presentan elevados riesgos tanto para las tropas como para civiles.
Washington busca también excusas legales que legitimen acciones encubiertas, proponiendo que Maduro sea considerado un personaje vinculado al narcotráfico y el terrorismo, lo que facilitaría su objetivo de actuar sin la autorización del Congreso.
El interés de Trump en el petróleo venezolano es estratégico; en ese contexto, se ha levantado una licencia para Chevron, la última gran compañía petrolera estadounidense operando en Venezuela, la cual intenta mantener su presencia en el país para futuros beneficios.
Maduro, por su parte, ha ofrecido concesiones petroleras y participación en la industria para evitar un conflicto abierto, proponiendo además que exportaciones petroleras se dirijan hacia Estados Unidos y restringiendo contratos con empresas chinas, iraníes y rusas.
Sin embargo, a comienzos de octubre, Trump rechazó esas ofertas, incrementando la tensión militar en la región.
Los planes militares contemplan que, en caso de derrocamiento, Chevron podría aprovechar mejor los recursos petroleros venezolanos, consolidando su presencia allí.
La Fuerza Aérea y la Marina estadounidense han intensificado su actividad en el área, en una muestra de la posible preparación para un enfrentamiento, mientras Trump mantiene abiertas todas las opciones, aunque sin confirmar ninguna acción inminente.
