Irlanda reestructura las políticas de apoyo a los refugiados ucranianos: reducción del tiempo de vivienda y nuevos desafíos
El sistema de apoyo a los refugiados ucranianos en Irlanda está experimentando cambios importantes en medio del aumento en el número de llegadas y desafíos internos.
El Ministro de Justicia contempla reducir el plazo de alojamiento estatal para los residentes temporales ucranianos de 90 a 30 días.
Esta decisión responde al incremento exponencial en las llegadas desde 2022, que superó las 100,000 personas, de las cuales aproximadamente 80,000 actualmente viven en el país.
La cantidad de viajeros diarios es de al menos 50 personas.
Las autoridades advierten que las capacidades de alojamiento podrían agotarse antes de que termine noviembre, dificultando la búsqueda de viviendas permanentes para los refugiados.Además de acortar los periodos de apoyo, se evalúa la posibilidad de rechazar ayudas de vivienda a quienes hayan llegado por terceros países o que ya hayan recibido protección temporal en otro Estado de la Unión Europea.
Los cambios a largo plazo también podrían afectar el sistema de pagos: en la actualidad, las familias y personas solas reciben hasta 600 euros mensuales libres de impuestos para cubrir gastos de vivienda, pero este subsidio está en revisión.Nik Henderson, director de la Consejo Irlandés para los Refugiados, expresó preocupación por los posibles efectos negativos de estas medidas.
Resaltó que muchos refugiados ucranianos, afectados por el estrés bélico y las barreras idiomáticas, enfrentan enormes obstáculos para encontrar alojamiento.
Los representantes de la comunidad ucraniana advierten sobre el incremento en las dificultades habitacionales y solicitan soluciones sostenibles a largo plazo.
Hope IvanniKova, directora de la escuela nativa ucraniana, manifestó que un mes es demasiado poco para encontrar un alojamiento seguro y brindar apoyo a familias con niños.
María Starukh, coordinadora de educación, añadió que los centros comunitarios y las escuelas apoyan activamente la integración, pero la escasez de viviendas sigue siendo uno de los principales problemas.Las propuestas de cambios en la política habitacional generan alarma entre los ucranianos residentes en Irlanda desde hace varios años.
Neonila Struk, que se trasladó aquí hace dos años y enseña en una escuela de los sábados, señala que para quienes sufren el estrés de la guerra y no dominan el inglés, encontrar una vivienda en un mes resulta casi imposible.
El gobierno irlandés planea discutir estas medidas con las autoridades nacionales para equilibrar la asistencia y los recursos limitados.
Recientemente, se informó de la trágica muerte de un adolescente ucraniano tras un apuñalamiento, lo que refleja la difícil realidad enfrentada por los refugiados en Irlanda.
