Hungría busca formar una alianza antiucraniana en la UE con Chequia y Eslovaquia, generando preocupaciones sobre la estabilidad regional
Recientes informes revelan que Hungría está considerando activamente la creación de una nueva coalición política dentro de la Unión Europea, orientada a oponerse al apoyo a Ucrania y fortalecer las facciones pro-rusas en la región.
El asesor político del primer ministro Viktor Orbán, Balázs Orbán, señaló que Chequia y Eslovaquia podrían unirse a esta alianza para formar un bloque antiucraniano antes de las próximas cumbres de la UE.
Se espera que los líderes de estos países aclaren pronto sus posiciones y coordinen acciones conjuntas, lo que podría tener un impacto significativo en la política europea unificada respecto a Ucrania, especialmente en relación con la asistencia financiera y militar.
Aunque aún en etapas iniciales, la posible existencia de esta alianza amenaza con complicar la respuesta de la UE a la crisis en Ucrania.
Esto trae a la memoria el Grupo de Visegrado, fundado en 2015, que incluía a Hungría, Chequia, Eslovaquia y Polonia, principalmente en oposición a las políticas de redistribución de migrantes y el control de fronteras.
Sin embargo, el bloque Visegrado se disolvió tras la invasión total de Rusia a Ucrania, ya que Polonia mantuvo una postura dura contra Moscú mientras Hungría adoptó una posición más conciliadora.
La nueva alianza de Visegrado, que probablemente incluirá a Hungría, Chequia y Eslovaquia, genera preocupación en otros países miembros de la UE, especialmente en Polonia, que apoya firmemente a Ucrania.
El primer ministro polaco, Donald Tusk, continúa rechazando cualquier alianza con Orbán y favorece políticas de apoyo a Kyiv.
Por otro lado, líderes como el presidente checo Petr Pavel y el expresidente Babiš han manifestado su preferencia por el diálogo con Moscú y han expresado dudas sobre la ayuda adicional de la UE a Kyiv, profundizando divisiones internas dentro del bloque sobre el cómo tratar con Rusia y Ucrania.
