La UE se prepara para reemplazar completamente el GNL ruso: EE. UU. y Qatar desempeñan papeles clave en la nueva estrategia energética
La Unión Europea está realizando esfuerzos significativos para lograr la independencia energética de Rusia mediante la diversificación de las fuentes de suministro de gas natural y la prevención de futuras crisis energéticas.
Tras la implementación de nuevas sanciones contra Rusia por su agresión en Ucrania, la UE decidió prohibir la importación de gas licuado de Rusia (GNL) a partir del 1 de enero de 2027, un año antes de lo previsto inicialmente.
Esta medida obliga a los países europeos a asegurar suministros alternativos antes de fin de 2026 para evitar posibles shock de precios en el mercado.
Los próximos años serán decisivos, con EE.
UU.
y Qatar liderando los esfuerzos para ampliar sus proyectos de producción y exportación de GNL.
Los analistas estiman que la capacidad de exportación mundial de gas aumentará considerablemente, generando un excedente en la oferta hacia finales de esta década.
Aunque desde 2022 las importaciones de Rusia han disminuido en un 90%, Rusia continúa suministrando aproximadamente 21 millones de toneladas de GNL anualmente a la UE, en su mayoría bajo contratos a largo plazo.
Sin embargo, en el contexto global, esta cantidad es relativamente pequeña en comparación con las perspectivas de aumento en las capacidades de exportación de GNL, que según Rabobank podrían llegar a 161 millones de toneladas anuales en 2027.
Esto abre oportunidades para EE.
UU., Qatar, Canadá y Nigeria de expandir sus proyectos de extracción y exportación de gas.
La posibilidad de redirigir el gas ruso hacia mercados como China presenta desafíos y oportunidades para el mercado energético mundial.
Los expertos consideran que estos cambios no afectarán significativamente los precios, pero sí modificarán los flujos comerciales, empujando a los países a revisar sus estrategias energéticas y buscar nuevos mercados para sus recursos.
