La postura de los aliados de la OTAN respecto al apoyo militar a Ucrania sigue siendo incierta: la revisión de misiles Tomahawk aún en discusión
El Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg, resaltó recientemente en una reunión en Londres que el tema de suministrar a Ucrania ciertos tipos de armas, incluidos los misiles Tomahawk, sigue en evaluación por parte de Estados Unidos y no se ha tomado una decisión definitiva.
Aunque los líderes de la alianza coinciden en la necesidad de apoyar a Ucrania frente a la agresión rusa, la decisión de proporcionar estos arsenales estratégicos recae únicamente en el presidente de EE.
UU., Donald Trump.
Los expertos señalan que tal paso podría cambiar radicalmente el equilibrio estratégico y reforzar las capacidades de Ucrania para realizar ataques profundos en territorio ruso.
Pese a las declaraciones públicas del presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, sobre su interés en obtener misiles de largo alcance de socios europeos, aún no hay confirmación oficial sobre la entrega de misiles Tomahawk por parte de EE.
UU., dejando la cuestión en duda.
Todo esto refleja la complejidad y sensibilidad política que rodea la ayuda militar internacional a Ucrania, exigendo un delicado equilibrio entre apoyar a Kyiv y la política interna de EE.
UU.