Reconstrucción del Ala Este de la Casa Blanca: Trump materializa su sueño de un gran salón de baile
El lunes, en Washington, se dio inicio a un proceso de demolición a gran escala en la histórica estructura de la Casa Blanca, centrada en la eliminación de una parte de su Ala Este.
Este desarrollo ha suscitado gran atención en los círculos políticos y arquitectónicos de Estados Unidos.
La acción forma parte de un ambicioso proyecto que el expresidente Donald Trump llevó mucho tiempo promoviendo: la creación de un lujoso salón de baile capaz de albergar eventos más grandes y a invitados de alto nivel.
Aunque Trump aseguraba que la construcción no afectaría los fachadas históricas y mantendría la apariencia original del edificio, las obras de demolición ya comenzaron, generando debates y preocupaciones sobre la preservación de la integridad histórica del enclave.Según fuentes y fotografías publicadas en medios destacados, maquinaria de construcción estaba desmontando activamente el antiguo Ala Este, con planes de reemplazarlo con un ambicioso salón de baile.
Testigos registraron imágenes de las excavadoras atravesando la vieja estructura.
En las escaleras cercanas al Departamento del Tesoro, un grupo de personas observaba la escena, incluyendo agentes del Servicio Secreto de EE.
UU., lo que aumentaba la tensión del momento.
Los sonidos de las máquinas se escuchaban en todo el complejo de la Casa Blanca.El proyecto para construir un nuevo salón de baile ha sido expresado por Trump en varias ocasiones a lo largo de los años.
Él ha destacado que este espacio superaría más del doble del tamaño actual de la Sala Este, ofreciendo un entorno moderno y lujoso para eventos oficiales y ceremonias.
Trump afirmó que la nueva construcción estaría ubicada junto, pero sin interferir, con el edificio histórico, aunque historiadores y arquitectos han cuestionado su impacto en la integridad y autenticidad de la estructura original.La Casa Blanca anunció que el comienzo de las obras de demolición del Ala Este inició este lunes, aunque ya en semanas previas se habían realizado trabajos para preservar y renovar otras partes del edificio.
Las autoridades no explicaron por qué Trump anteriormente afirmó que la nueva sala no afectaría la estructura existente, considerando que el Ala Este fue construido en 1902 y ha sido sometido a varias renovaciones, incluyendo una expansión en 1942.
La administración indica que el proyecto, con un costo estimado superior a 250 millones de dólares, está planeado para completarse en varios años.El nuevo salón de baile, con capacidad para más de 650 personas, sería aproximadamente tres veces más grande que la actual Sala Este de la Casa Blanca.
Trump, quien ha expresado en varias ocasiones su deseo de modernizar la residencia presidencial, resaltó la importancia de esta iniciativa en reuniones recientes con líderes de importantes empresas tecnológicas, militares y financieras.
La financiación, ya asegurada mediante donaciones de compañías como Apple, Amazon, Lockheed Martin y Coinbase, contribuye a la ejecución de esta ambiciosa transformación.En los medios se discuten también las posibles repercusiones políticas y patrimoniales de estos cambios.
Trump ha difundido orgullosamente su participación y sus planes de concluir las obras en el menor tiempo posible.
Sin embargo, críticos advierten que estas transformaciones radicales podrían afectar negativamente la imagen histórica de uno de los símbolos más emblemáticos del país, que sigue siendo un patrimonio y un orgullo para millones de estadounidenses.
