Análisis profundo de la seguridad en el Louvre: brechas y desafíos en la protección del patrimonio cultural mundial
Un informe reciente de la Corte de Cuentas de Francia ha puesto de manifiesto fallos importantes en los sistemas de seguridad de uno de los símbolos culturales más emblemáticos del mundo: el Museo del Louvre.
Tras un robo reciente que afectó a esta prestigiosa institución cultural, expertos señalan que las medidas técnicas y los sistemas de vigilancia están muy por debajo de lo necesario.
En el sector Denon, donde se encuentran obras mundialmente famosas como la Mona Lisa y la Galería de Apolo, casi un tercio de las salas carecen por completo de cámaras de vigilancia, lo que reduce significativamente la protección de las valiosas obras.
En el sector Richelieu, más del 75% de las salas no tienen cámaras de video vigilancia, creando vulnerabilidades que los delincuentes pueden aprovechar.
En los últimos cinco años, solo se han instalado 138 cámaras nuevas en todo el museo — menos de la tercera parte de todas las salas.
La falta de iniciativas proactivas por parte de la gestión del museo y la insuficiencia de fondos agravan aún más las amenazas a la conservación de su colección única.
Aunque el presupuesto anual alcanza los 323 millones de euros, los recursos siguen siendo insuficientes, dificultando la modernización de la seguridad y la implementación de medidas protectoras efectivas.
Sin embargo, el presidente del museo afirmó que el nuevo proyecto Louvre Nouvelle Renaissance, iniciado en enero de este año, tiene como objetivo reforzar la seguridad y proteger la herencia cultural de Francia.
A principios de esta semana, el Louvre volvió a ser víctima de un robo: los criminales lograron sustraer nueve joyas de la época napoleónica.
El presidente francés Emmanuel Macron prometió tomar todas las medidas necesarias para recuperar las piezas robadas y llevar a los culpables ante la justicia.
La investigación continúa en curso.
El ministro de Justicia francés, Gérard Darmanian, destacó que este incidente ha puesto a prueba el patrimonio cultural de Francia, mientras que la oposición criticó al gobierno, calificándolo de vergonzoso para la nación.
Este evento subraya la necesidad urgente de reformas y de fortalecer las medidas de seguridad en todos los museos franceses para proteger mejor los invaluables bienes culturales.
