Las profundas consideraciones de Trump sobre posibles acciones militares en Venezuela: equilibrio entre diplomacia y fuerza
La administración de Estados Unidos, bajo la dirección del presidente Donald Trump, está evaluando varias opciones respecto a una posible intervención militar en Venezuela, buscando equilibrar los objetivos estratégicos con los riesgos implicados.
Los planes incluyen ataques limitados dirigidos a instalaciones militares que puedan debilitar el apoyo a Nicolás Maduro, así como medidas más agresivas, como la toma de campos de petróleo o incluso la remoción del propio líder.
Sin embargo, los funcionarios destacan que Trump aún duda, debido a los altos riesgos para las tropas estadounidenses y las consecuencias impredecibles de una escalada.
Mientras tanto, en Bruselas y Washington, se preparan planes para una posible escalada, con la presencia del portaaviones Gerald R.
Ford en el Caribe, que podría ser clave en la decisión final.
Trump ha señalado que el régimen de Maduro está llegando a su fin, lo que añade urgencia a cualquier decisión militar.
Estas acciones tendrían un impacto profundo en la política y en la legalidad internacional, mientras Estados Unidos también evalúa apoyar a la oposición interna y llevar a cabo campañas de información contra el régimen.
Muchas de las opciones están diseñadas para evitar la caída total de Maduro, aunque se cree que podría mantenerse en el poder durante años si no se ejerce presión exterior.
En última instancia, Estados Unidos contempla varias estrategias, desde ataques específicos hasta una intervención total, según evolucione la situación y la voluntad política.
