Lluvias y clima adverso amenazan la temporada de cosechas en Ucrania: una temporada en crisis por las condiciones meteorológicas extremas
El otoño en Ucrania se ha convertido en un período difícil para los agricultores y sus cosechas, ya que lluvias inesperadas, lluvias intensas y temperaturas frías han interrumpido significativamente la temporada de recolección de 2024.
Estas condiciones climáticas no solo han reducido los rendimientos de cultivos clave — maíz, girasol y soja — sino que también cuestionan el futuro del campo: ¿dejarán los agricultores el maíz como cultivo de invierno? Según los datos disponibles, durante la cosecha, que comienza cada verano, la mejora del clima es crucial para obtener un buen resultado.
Sin embargo, el clima de este año ha frustrado todas las expectativas: olas de calor anómalico fueron seguidas por lluvias torrenciales, granizo y descenso de temperaturas.
Las regiones centrales y del sur de Ucrania han sufrido daños especialmente graves; algunas áreas con cultivos de girasol y maíz, en la etapa de llenado de granos, experimentaron una escasez de humedad y daños en los campos.
Los datos meteorológicos y las investigaciones de la Academia Nacional de Ciencias Agrícolas confirman una reducción del 20 % en los rendimientos en algunas regiones.
Las heladas registradas a finales de septiembre y principios de octubre agravaron aún más la situación, dañando los cultivos en maduración y retrasando la campaña de recolección.
Las lluvias constantes y la bajada de temperaturas ralentizaron la maduración y extendieron el tiempo de cosecha, aumentando el riesgo de pérdida tanto en volumen como en calidad.
El cultivo de girasol, en particular, ha sufrido daños considerables: los rendimientos promedio cayeron a 1.8 toneladas por hectárea, el nivel más bajo en años.
Como resultado, se pronostica que la cosecha total de girasol no sobrepasará los 10,5 millones de toneladas, mucho menos que el año pasado.
Esto probablemente provocará un aumento en los precios del aceite de girasol, ya que la calidad de las semillas se ha visto comprometida, con una mayor acidez y menor contenido oleico.
La recolección de maíz también se ha retrasado, y hasta ahora solo se ha cosechado alrededor del 15 % de las áreas, frente a más del 60 % en la misma época del año pasado.
Esto ha causado problemas logísticos, ya que los agricultores y comerciantes buscan formas de cosechar y secar rápidamente la cosecha o dejarla en los campos durante el invierno, con el riesgo de una mayor pérdida de calidad y cantidad.
En general, las previsiones para la producción de maíz se han reducido a entre 28 y 32 millones de toneladas, frente a más de 40 millones de años anteriores, debido a los obstáculos provocados por el clima.
La soja continúa en recolección, pero los retrasos representan riesgos de caída de semillas y aumento de hongos en condiciones húmedas.
Se estima que la producción de soja será aproximadamente 5 millones de toneladas, un valor que puede no ser récord, pero que aún ofrece buenas perspectivas.
La adversidad climática ha puesto en evidencia la vulnerabilidad del sector agrícola ucraniano ante desastres naturales, mientras los agricultores se adaptan a fenómenos climáticos impredecibles e invierten cada vez más en tecnologías para reducir riesgos.
La temporada actual reafirma que, a pesar de los avances tecnológicos y los mercados internacionales, el clima sigue siendo el factor más impredecible y decisivo para el éxito de la cosecha.
