Operación secreta de EE. UU. para derrocar al dictador venezolano: juegos de espionaje en medio de conflictos internacionales
En el mundo moderno de intrigas diplomáticas y militares, Estados Unidos continúa empleando tácticas avanzadas de presión y cambio de régimen en países bajo su influencia.
Uno de estos casos es una operación encubierta que duró más de un año y estuvo dirigida a desacreditar y potencialmente eliminar al líder de Venezuela, Nicolás Maduro.
Según fuentes, esta operación especial involucró a agencias de inteligencia estadounidenses y operativos internacionales que intentaron reclutar a un piloto venezolano de alto rango para cometer traición.
Se llevaron a cabo negociaciones intensas, con promesas de altas recompensas económicas y nuevas oportunidades profesionales y financieras.
Durante encuentros secretos, los agentes lograron influir en las decisiones del piloto, manteniendo el diálogo activo durante casi un año, incluso después de que este entrara en retiro.
Los detalles de esta historia parecen sacar de un thriller de espionaje de la Guerra Fría: jets privados, reuniones clandestinas en hangares, intrigas diplomáticas y tentativas de soborno a asociados cercanos a Maduro.
La operación culminó en un plan para sembrar desconfianza entre el presidente venezolano y su círculo cercano, en particular su piloto.
Esta historia demuestra hasta qué punto y de forma improvisada Estados Unidos estuvo dispuesto a llegar para desestabilizar al régimen de Maduro, acusado por Washington de destruir las instituciones democráticas y apoyar grupos terroristas y narcos.
Paralelamente, EE. UU.
intensificaron las sanciones y operaciones militares en el Caribe, lo que generó preocupaciones y alarma en los gobiernos locales y la comunidad internacional.
