Jamaica enfrenta una de las tormentas más severas de su historia: huracán Melissa se acerca con fuerza
Según informes recientes de agencias meteorológicas internacionales, la región del Caribe está en peligro de experimentar una de las tormentas más poderosas y destructivas de su historia: el huracán Melissa.
Las predicciones indican que este desastre natural devastador, clasificado como un huracán de categoría 5 en la escala de Saffir-Simpson, podría causar daños extensos en Jamaica y países vecinos.
La Oficina Nacional de Huracanes de EE. UU.
advierte que las velocidades del viento podrían alcanzar los 282 km/h, con la tormenta capaz de destruir múltiples edificios e infraestructuras.
Las áreas montañosas son las más vulnerables, donde la velocidad del viento podría ser un 30 % mayor.
Además de los vientos huracanados, Melissa traerá hasta 102 centímetros de precipitación en algunas zonas, provocando inundaciones severas y daños generalizados.
Las autoridades jamaicanas han instado a los residentes en zonas bajas y áreas propensas a inundaciones a prepararse para la evacuación, ya que existe un alto riesgo de desplazamiento completo y amenazas para la vida.
Hasta ahora, al menos seis personas han muerto en la región del Caribe debido a los efectos de la tormenta, incluyendo tres en Haití.
La administración local ha abierto más de 800 refugios y está limpiando activamente los sistemas de drenaje y movilizando maquinaria pesada para despejar carreteras y eliminar escombros.
Se espera que el huracán destruya viviendas, caiga árboles y provoque apagones prolongados que podrían durar semanas o meses.
Las comunidades enfrentan la probable interrupción de las comunicaciones y daños en la infraestructura.
Los expertos advierten que las pérdidas económicas podrían variar entre 5 y 16 mil millones de dólares, dependiendo de la trayectoria y la intensidad exacta del fenómeno atmosférico.
Esta tormenta podría convertirse en una de las mayores catástrofes naturales en la región en los últimos años, poniendo en evidencia el aumento del riesgo climático y la intensificación de las tormentas como resultado del cambio climático.
