Amenaza de guerra aérea y energética: cómo Rusia destruye Ucrania antes del invierno
Rusia continúa destruyendo deliberadamente la infraestructura de Ucrania para aumentar la presión y agotar sus recursos de cara a un invierno riguroso.
Según expertos destacados, el Kremlin concentra sus esfuerzos en ataques aéreos y en drones para sabotear las redes eléctricas, los sistemas de calefacción y la infraestructura de gas en regiones clave.
Mientras Ucrania mejora sus capacidades de defensa aérea, incluyendo interceptores y sistemas de guerra electrónica, el adversario se adapta rápidamente.
En lugar de misiles caros e imprecisos, Rusia usa cada vez más drones tipo Shahed, capaces de realizar ataques precisos a velocidades superiores a 300 km/h.
Estos drones evaden los sistemas de defensa usando inteligencia artificial y atacan objetivos importantes en grandes cantidades, llegando a 700 drones en una sola noche.
Además, las fuerzas rusas atacan regiones fronterizas como Sumy, Chernihiv y Járkov con el objetivo de dividir efectivamente a Ucrania, debilitar su potencial industrial y aumentar su aislamiento económico.
El sector energético, que principalmente depende de la energía nuclear (aproximadamente 60%) junto con hidroeléctricas y centrales térmicas, sigue siendo vulnerable.
Los recientes ataques han causado daños en plantas de energía y en instalaciones de gas, provocando interrupciones parciales y la paralización de nodos críticos.
A pesar de estos obstáculos, Ucrania trabaja en la recuperación y en la intensificación de sus defensas, creando unidades móviles que combinan sistemas anti-aéreos y protección contra drones.
Este invierno será una prueba para la resistencia del país, con posibles cortes prolongados de electricidad y gas en muchas regiones, lo que complicará la vida cotidiana en los meses fríos.
Kiev y otras ciudades realizan tareas de reparación, y los especialistas ucranianos buscan contrarrestar la agresión rusa con soluciones tecnológicas modernas y resistencia civil.
La lucha por la seguridad energética continúa siendo tensa, ya que Moscú no tiene intención de detener sus esfuerzos por destruir Ucrania desde adentro.