Informes de inteligencia sobre el nuevo misil nuclear ruso «Burevestnik»: amenazas y desafíos para la seguridad global
Analistas internacionales y agencias de inteligencia de Estados Unidos y Europa han recibido información sobre el nuevo misil ruso de propulsión nuclear llamado «Burevestnik», que despierta preocupación debido a su capacidad potencial para alterar el equilibrio de poder mundial.
Según Reuters, este misil de crucero terrestreo puede volar a baja altura y tiene alcance ilimitado, lo que lo convierte en uno de los armamentos más innovadores y peligrosos en el arsenal ruso.
Putin reveló por primera vez detalles sobre este proyecto en marzo de 2018, y afirmó que el misil puede evadir los sistemas de defensa antimísiles occidentales y realizar vuelos prolongados.Este domingo, el presidente Vladimir Putin resaltó las capacidades únicas del «Burevestnik»: puede permanecer en el aire entre 15 y 20 horas y recorrer más de 14,000 km, lo que permite realizar golpes intercontinentales.
El comandante en jefe de las fuerzas armadas rusas, Valery Gerasimov, confirmó que la prueba se realizó el 21 de octubre, y que durante el vuelo la nave estuvo equipada con una unidad de energía nuclear, lo que amplía significativamente sus capacidades y la convierte en un arma estratégica poderosa.Expertos en seguridad indican que el «Burevestnik» podría mantenerse en vuelo durante varios días, gracias a su trayectoria de vuelo baja—solo 50-100 metros sobre el suelo—lo que dificulta su detección por radar y aumenta los riesgos para los sistemas de defensa aérea.
Sin embargo, algunos analistas occidentales son escépticos respecto a su capacidad operacional real, debido a antecedentes de fallos en pruebas anteriores y los riesgos asociados con accidentes nucleares.Las estimaciones de centros de investigación internacionales sugieren que «Burevestnik» podría tener un alcance de hasta 20,000 km, y ser capaz de impactar en objetivos en Estados Unidos o Europa desde cualquier ubicación en Rusia.
No obstante, su despliegue práctico aún es incierto por problemas técnicos y de seguridad.
La operación se cree que involucra un propulsor de combustible sólido con un pequeño reactor nuclear que emite aire radioactivo al encenderse, añadiendo otra capa de peligro.
Aunque algunos ven en esta misil como un nuevo activo estratégico para Rusia, su historia de fracasos en pruebas y la peligrosidad de sus componentes generan una gran preocupación para la seguridad mundial.