Delito contra refugiada ucraniana en EE. UU. genera atención pública y política
Un trágico incidente en Charlotte, Carolina del Norte, ha puesto en primer plano la seguridad de los inmigrantes ucranianos en Estados Unidos.
DeCarlos Brown Jr., de 34 años, fue formalmente acusado del asesinato de la refugiada ucraniana Iryna Zarutska, quien sufrió una apuñalada mortal en un vagón de tren.
El ataque mortal ocurrió en la noche del 22 de agosto, cuando Iryna abordó un tren en el centro de Charlotte, y el agresor, que se sentó detrás de ella, sacó un cuchillo y la apuñaló tres veces por la espalda.
La víctima falleció en el lugar.
Se sabe que Iryna se había mudado recientemente a EE.
UU.
desde Ucrania, vivía con su pareja y estudiaba activamente inglés en cursos y trabajando en centros para ancianos y establecimientos locales.
La familia de la víctima expresó satisfacción con la acusación formal y esperanza en una justicia rápida, considerando que en Carolina del Norte se aplica la pena de muerte.
La muerte de la joven ucraniana ha provocado una respuesta política a nivel nacional, con funcionarios como la Fiscal General Pam Bondi resaltando los problemas derivados de una política penal indulgente.
El expresidente Donald Trump también se pronunció, criticando las políticas demócratas y vinculando la impunidad con casos como este.
La tragedia evidenció los riesgos reales para los migrantes ucranianos en Estados Unidos y aumentó la conciencia pública sobre la seguridad y la justicia.
